En Mocorito Enrique Parra vendió su alma al PRI

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La desesperación, hambre de poder, poca capacidad política, rechazo de los grupos morenístas, su innecesaria guerra con el PAS, sus desacuerdos con el gobernador y sobre todo las malas compañías que lo aconsejaron para hacer equipo con el PRI; prácticamente acabaron con el sueño eterno y guajiro del “Profe” Enrique Parra Melecio por llegar a ser presidente municipal de Mocorito.

Dicen que las oportunidades no se dan todos los días… por eso hay que aprovecharlas. Eso es algo que no supo hacer Parra Melecio, no supo nadar con la corriente a favor y ahora ese mismo cause lo está hundiendo y posiblemente termine por ahogarlo.
Su situación política está fuera de control y algunos atribuyen su falla, debido al “humo que se le subió a la cabeza” desde que su compadre, Rubén Rocha Moya agarró poder. Y como es de esperarse, siempre hay algunos que se sienten más poderosos que el “mero-mero”, siendo ese el caso de Enrique Parra, quien no conforme con lo favorecido por el “compadrazgo” para llegar a ser Síndico Procurador, ahora está retando a su propio compadre (Rubén Rocha Moya) al desafiarlo para tomar el poder municipal en Mocorito e imponer sus caprichos políticos, queriendo pasar por encima de la presidente municipal, María Elizalde, a quien el propio gobernador le dio el respaldo y libertad para formar su gabinete.

Para Enrique Parra no fue fácil masticar esa decisión, la cual para la mayoría es justa. En primer lugar porque a él ya lo habían favorecido con la candidatura de síndico procurador, y no solo eso, también le dieron las regidurías de Morena únicamente para su equipo. Algo que en un principio molestó a la mayoría de los morenístas, quienes a pesar de eso, no se rajaron y trabajaron duro en campaña. Sin embargo, no olvidaron el “agandaye” de Enrique Parra, quien además de conseguir sus candidaturas, también se ganó el odio de las diferentes tribus de Morena.
Y por si fuera poco, con muchos frentes de batalla abiertos, se le ocurrió abrir dos frentes más: uno contra la alcaldesa María Elizalde y el PAS, y otro más contra el propio gobernador.

Con tantas guerras políticas y sin gente de peso que lo respaldara. Enrique Parra Melecio no tuvo otra opción que sumar cualquier tipo de personas para reforzarse, así fuera lo peor que encontrara, y ese fue el caso. Ni tardo ni perezoso, fue en busca de todos los enemigos de la alcaldesa y el gobernador. Empezando con los rivales de la reciente campaña (a ese grado llegó), no le importó unirse a la gente que votó en su contra para que él mismo no llegara a ser síndico procurador, muchos menos que votaron en contra de su compadre, no le importó unirse con grupos que van en contra de los propios ideales de Morena, como es el caso del PRI (eso es traición por cierto), pero no solo eso, sino que también fue con los de Movimiento Ciudadano y PRD, todos los que combatieron en su contra en la pasada campaña, un grupo que muestra una motivación que lejos de contribuir a mejorar Mocorito, a leguas muestra que los motiva el odio y venganza.
Con ello, Enrique Parra dejó en claro que a él, no le importa en lo más mínimo su partido, dejó en claro que él solamente quiere gobernar e imponer, que no le importa aliarse con personajes de poca calidad moral como “Chico” López y “Memel” Jiménez, con tal de ganar poder.
Algo que difícilmente va lograr y menos con personajes llamados “cartuchos quemados”, entre ellos, despedidos en otras administraciones por falta de capacidad o gente que no tiene peso político, ni representan a la población.

Al parecer, el profesor nunca ha caído en cuenta que el único mérito que tiene para andar en estos niveles de la política, ha sido su “compadrazgo”, y sin el apoyo de Rocha no representa, ni significa nada, mismo a quien hoy desafía y dice que enfrentará hasta donde tope.
No cae en cuenta que, él no se debe al apoyo del pueblo, es más, ni en sus redes sociales tiene respaldo, arrastré e impacto, al igual que todos sus secuaces. Junta más likes un plato de comida que un comentario de ellos.
No le cae el veinte que la candidata de Morena fue María Elizalde y que sí no hubiera sido ella, Morena en Mocorito hubiera tenido menos votos que la candidatura de Claudio López.

Y eso no es todo, los problemas para Enrique Parra apenas comienzan, ya que en los próximos días se viene la repartición de los puestos estatales en el municipio de Mocorito, en los que sin el apoyo de Rocha, el panorama no pinta nada bien para Parra y su equipo. “Deporsí”, estaba muy complicado acomodar a su asesor “Memel” Jiménez, ahora súmenle los compromisos para acomodar a “Chico” López y otros nuevos compromisos hechos con los demás partidos para atacar a María Elizalde.
A como están las cosas, lejos de que Enrique Parra pueda ayudar a los del PRI con puestos estatales. Hay mucho más posibilidades que los del PRI lo rescaten a él, para ver sí ellos le dan la próxima candidatura por la presidencia municipal, pero como eso no va suceder, seguramente en tres años más, Enrique Parra volverá al hoyo de donde salió antes de que su compadre le echara la mano, mismo que seguramente, en este momento, debe de estar muy arrepentido de haberlo ayudado, porque hasta ahorita solo ha causado problemas, primero con el Profe “Nacho” de Cerro Agudo, luego con Claudio López y ahora con María Elizalde.

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