EL CAMINO DE LA VIDA

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Hace unos 9 años, según un estudio económico, el 25 por ciento del producto interno bruto lo generaba la actividad del narcotráfico y el INEGI nos revelaba que en materia de ingreso bancario Sinaloa tenía las sucursales líderes en todo el país en ese rubro.

Los economistas, con despachos que estudiaban ese sector de la economía, nos comentaban que el cálculo del 25 por ciento se quedaba muy debajo de lo que realmente significaba nuestra riqueza.
Como comunicadores de esta revista en muchas ocasiones recibimos la visita de periodistas de Expansión y otras publicaciones, con el ánimo de conocer las fuentes de producción primaria y transporte de la materia prima, cuyo mercado es los Estados Unidos.

El argumento principal para desanimar el trabajo reporteril en esa línea no fue el peligro que conlleva hacerlo, sino más bien que Sinaloa puede muy bien vivir sin ese 25 por ciento del producto interno bruto.

En el recorrido geográfico por Sinaloa les mostramos los más de 20 kilómetros de playa en Mazatlán, el potencial de la recién iniciada carretera Mazatlán Durango, los proyectos de Teacapán en Escuinapa, un proyecto nuevo de gran turismo en El Rosario, la transformación de Culiacán con todos sus puntos de seguridad en inversión, que se inició en el régimen de Aarón Irizar y posteriormente en la visión y obras de Jesús Vizcarra.

En Topolobampo empezaba una transformación importante de turismo y pesca y grandes inversiones de Pemex para mejorar el puerto. Lo mismo para la modernización en Mazatlán.

Los pueblos mágicos de Cosalá y El Fuerte y los señoriales como el Rosario nos hablaban de un mejor porvenir.

Hubo una reportera que le dio el enfoque de retiro de la actividad del crimen en Concordia, porque al avanzar la carretera moderna hacia Durango los asaltos, secuestros y ataques al transporte bajaron.

También entendieron el punto de vista de los padres de familia que el narcotráfico nos ha costado miles de vidas, pueblos fantasmas y jóvenes atrapados en esa actividad.

¿Hasta cuándo, querida patria mía cesarán tus desventuras? gritaba el Payo de El Rosario y es necesario recordarlas ahora que se presenta esta guerra de carteles civiles entre ellos y contra el ejército en donde mueren jóvenes nuestros y soldados también nuestros.

Hay que retomar la tesis de que podemos vivir sin ese dinero que lleva al camino de la muerte.

Feliz Día del Economista.

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