El valor de la educación se aquilata cada año una vez que el humo de la batalla por un pupitre se disipa y se cuentan los jóvenes que se quedaron sin oportunidad de estudiar por falta de cupo y no por falta de ganas.

El problema es grave y se complica año con año, sobre todo en carreras profesionales con mucha demanda y poca oferta, como son los casos de Medicina en la Universidad Autónoma de Sinaloa y Comunicación en la Universidad de Occidente.

En el bachillerato hay un 85 por ciento de respuesta positiva en la UAS y una buena oferta en el Cobaes, en tanto que la Subsecretaría de Educación Superior, a cargo del doctor Gómer Monárrez, lanzó el grito de la necesidad de hacer universal la educación en Sinaloa, por lo que la federación le autorizó los universidades tecnológicas y pedagógicas en zona rural, los telebachilleratos en zonas no urbanas y las preparatorias técnicas en donde sea posible instalarlas.

Un fuerte llamado a la evaluación y al esfuerzo surge en la prestigiada voz de la rectoría de la UAS, cuyo titular Juan Eulogio Guerra Liera es apoyado por el gobernador Mario López Valdez, quien coordina un gran esfuerzo para que ningún joven se quede sin oportunidad de estudiar prepa o licenciatura.

Los no aceptados en Medicina y Comunicación son llamados a seleccionar otro proyecto de estudios disponibles.

De otra manera, como dijo el presidente de la Comisión de Educación del Congreso del Estado, Héctor Melesio Cuen: “el número de jóvenes desocupados, popularmente llamados “ninis”, que ni estudian ni trabajan, crecerá más cada ciclo. Ahorita son más de siete millones en el país. En nuestro estado cada vez se incrementa más.

Los países que han invertido mucho en educación, ahora encabezan las listas de los más prósperos del mundo”.

Por eso la sociedad exige que se abran las puertas del estudio a los jóvenes.

En tanto que Así es la Política nos dice: El presupuesto cero debe ser presupuesto máximo con manejo óptimo.