En una histórica jornada electoral, en la que   poco más de  seis de cada diez ciudadanos emitieron  su voto y el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, se alzó con una victoria rotunda y contundente sobre sus adversarios Ricardo-PAN- Anaya Cortés, José Antonio-PRI- Meade Kuribreña y el independiente Jaime-El Bronco-  Rodríguez Calderón.

Es oportuno, recordar una frase del Benemérito Don Benito Juárez en el sentido de que la Democracia es el destino de la humanidad futura y la libertad su indestructible arma, toda vez que los mexicanos en edad de votar, rompieron ataduras que los tenían manipulados y en las urnas se hicieron escuchar y con absoluta libertad para  ejercer su derecho a elegir, millones de votantes se inclinaron para López Obrador y su Movimiento gobiernen al país en el próximo sexenio.

De alguna manera, el pueblo, al igual que en la Revolución Francesa; “Destruyeron edificios de falsedad y mentira” e iniciar sobre los escombros la construcción del México que queremos.

Sin duda, nuevas circunstancias con nuevos personajes en el escenario nacional, serán la constante  en un país dolido por la violencia y la impunidad.

No hay que llorar sobre la leche derramada; Los mexicanos tenemos la oportunidad de ir al encuentro de nuestro destino. Son momentos de serenarnos. Son momentos no de lamentos y si de adaptarnos a un nuevo estilo de gobierno en el que todos somos responsables..