Nunca nadie ha dicho que ser padres es cosa fácil. Siempre ha habido reclamos a ellos por no saber cómo educar a sus hijos o simplemente por no saber qué hacer en algunas circunstancias. El ser padres quizás vaya más hacia lo desconocido, pues la circunstancia habrá de poner a prueba a la propia persona que lidiará con algunos hechos que no estaban planeados con lo que serían sus hijos. En este asunto no hay recetas que ayuden a resolver todos los problemas que se presenten o que se vayan a presentar en algún futuro no muy distante de lo que ahora se vive. A saber de lo anterior, las redes sociales han puesto al descubierto un sinnúmero de personalidades que los hijos pueden asumir de acuerdo al momento que viven cada uno de ellos. Lo hemos visto en otros países, jóvenes que remedan conductas disruptivas que marcarán el futuro, tanto de los hijos como de los padres y de todos quienes rodean a esa familia. Los padres nunca esperan que sus hijos sean de una manera tan diferentes a cómo fueron ellos, por lo anterior hay quienes dicen que los hijos son los proyectos fracasados de los padres. Y así habremos de pautar esa realidad en la que los padres no tienen el mando de sus hijos, pues una vez que ellos crezcan, ellos tendrán que enfrentar a sus propios demonios. Los padres se enfrentan a la disyuntiva de lidiar con los caracteres diferentes de sus hijos, pues ninguno, quizás, sean iguales. Cada hijo exige un cuidado diferente y en razón de esa exigencia los padres podrán actuar conforme se requiera. En definitiva, la tarea de los padres es ardua y complicada, pues los hijos como los dedos de la mano, ninguno es igual.

Por: Oswaldo del Castillo

15/06/2022.