En estos días aún seguimos con el tema de las escuelas ya que aún como familias se continúa en el proceso de adaptación a un nuevo ciclo escolar y en algunos casos a una nueva etapa académica.
Quizás no lo hayan notado, pero lo que antes era una ciencia de apoyo para la educación, poco a poco ha ido adquiriendo terreno hasta en algunos casos ser totalmente la encargada de educar, más que la misma ciencia de la educación, esta es: la Psicología.
Antaño encontrábamos en las escuelas la figura de la Trabajadora Social quien tenía un rol específico en las instituciones educativas y, obviamente, tanto maestros como trabajadores sociales debían tener algunos conocimientos sobre psicología y se acudía a ella como ciencia “auxiliar”, ya que brinda un apoyo enorme en el campo educativo dado los retos y desafíos que enfrentan los maestros en las aulas.
Hoy en día en algunas instituciones se puede ver que son más los psicólogos que dirigen una institución que los maestros normalistas o pedagogos, que para reforzar, deben llevar el prefijo “psi” de psicología.
De esta manera, un psicólogo puede entender más sobre educación que un maestro normalista, ¿Será cierto esto?
Un psicólogo se entiende que teóricamente muestra los procesos cognoscitivos de los estudiantes y los elementos que influyen en el mismo, pero ¿al punto que sea la ciencia que rija la educación? Basado en este lugar que ocupa la psicología, algunas instituciones fundamentan su educación en modelos psicológicos y priorizan puntos de acuerdo a una u otra corriente psicológica.
Tal vez le haya tocado escuchar que en las escuelas digan que hay que dejar que los niños manifiesten sus emociones y aprendan a expresarlas, es bueno, pero con medida; después tenemos estudiantes que expresan emociones de manera imprudente y hasta arrogante, pero en el colegio la psicóloga decía que era bueno.
En muchos casos cuando la dirección educativa está a cargo de un psicólogo, el maestro profesionalmente formado para serlo, tendrá su formación incompleta si desconoce de las diversas terapias y teorías psicológicas.
Dos ciencias con un mismo fin, aunque la psicología es muy amplia y basta y lo educativo no sea el único campo de la psicología.
¿La dirección de la educación deberá estar en manos de “clínicos” o de maestros?, ¿Los psicólogos deberán auxiliar al maestro o el maestro deberá ser subordinado de las teorías y la visión del psicólogo?
Javier E. Zepeda Osuna