Relanzamiento tardío…?
Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo. Voltaire
Transcurridos casi dos meses de pre campaña y 36 días de campaña oficial sin que su candidato ciudadano, Jose Antonio Meade Kuribreña repuntara en ninguna de las encuestas, sino todo lo contrario perdiera puntos aferrado al tercer lugar, el alto mando priista, el Presidente Enrique Peña Nieto, decidió cambiar al dirigente del CEN priista y el relanzamiento de la campaña.
Todo esto, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones generales del primero de julio.
El primer paso, sacar a Enrique Reza Ochoa de la Presidencia del CEN del PRI y llamar de emergente al experimentado político guerrerense René Juárez Cisneros, un hombre que se las sabe casi de todas todas en la política, sabe ganar y sabe perder.
Pero también sabe de movilizaciones partidistas, de encender los colores partidistas para levantar el ánimo de militantes, simpatizantes y ciudadanos sin partido.
Lo ha hecho en diferentes procesos en los que ha ganado, pero también ha perdido.
Una de las primeras acciones de Juárez Cisneros ha sido el relanzamiento de la campaña de Meade, regresando colores y logo a la campaña.
Así, el domingo pasado en la reunión priista denominada “Avancemos Juntos”, José Antonio Meade hubo de ponerse la chamarra roja y volvió a aparecer el escudo priista antes desaparecido de la campaña tratando de eludir la sombra del hartazgo y la inconformidad ciudadana contra un gobierno priista que no ha logrado satisfacer las demandas populares ni ha logrado los resultados que se esperan de las reformas estructurales.
Hartazgo que la oposición, especialmente su principal enemigo político Andrés Manuel López Obrador y sus fanatizados seguidores se han encargado de magnificar para canalizar hacia él la nueva esperanza del pueblo mexicano.
Nueva esperanza que se antoja un espejismo por lo irrealizable de sus propuestas.
A partir de ese domingo el PRI comenzó a ser sacudido por su nueva dirigencia para sacarlo del marasmo que lo ha venido hundiendo junto con su candidato.
Deja atrás la fallida estrategia de construir una candidatura ajena al PRI (¿) que oculte al tricolor eliminando su logo y diluyendo los colores oficiales.
Hoy, los colores priistas vuelven a brillar, para bien o para más mal, pero ahí están el PRI y sus dinosaurios expertos en materia electoral y consecución del voto.
Esta semana estuvieron en Culiacán el coordinador regional de campaña de Meade, Manlio Fabio Beltrones y Rubén Moreira, secretario de organización del CEN del PRI.
Vinieron a reactivar las campañas del tricolor.
Reunión privadísima con las estructuras priistas donde se jalaron orejas y se dieron instrucciones de como trabajar de ahí en adelante para impulsar no solo al candidato presidencial sino a todos los demás.
El mismo Presidente Peña Nieto se ha sumado indirectamente a la campaña, buscando acercarse mas a la ciudadanía.
El miércoles en Monterrey visitó una escuela primaria, en donde no hubo vallas, cercos y cadenas, ni exceso de elementos de seguridad.
Es más bajó del autobús unos metros antes de llegar al plantel y se fue caminando saludando de mano y abrazos a cientos de madres que lo esperaban. Hasta “selfies” se tomó para algarabía de la gente.
Cambio de actitud presidencial.
Cambio de estrategias priistas.
Pero, ¿habrá tiempo? Estamos, hoy jueves al escribir estas líneas, a 51 días de que finalicen las campañas.
¿Podrán revertirse las encuestas que colocan a Meade entre 4 y 8 puntos debajo de Ricardo Anaya y entre 15 y 20 debajo de Andrés Manuel López Obrador?
Difícil desde nuestro particular punto de vista.
Al final de cuentas el PRI deberá preocuparse por impulsar más a los candidatos al Congreso de la Unión, dado que ahí las cosas pintan muy oscuras para el PRI ya que las tendencias lo ubican en tercer lugar frente a Morena y aliados que podrían alcanzar mayoría simple en ambas cámaras.
Sinaloa podría inscribirse entre los Estados con mejores expectativas para la causa priista, ya que las tendencias indican que podría ganar la mayoría de las diputaciones federales.
Por cuanto al Senado las tendencias ubican a la fórmula encabezada por Héctor Melesio Cuen-Sylvia Treviño en la punta de la carrera seguido muy de cerca por Mario Zamora-Rosa Elena Millán. Y el mochitense está apretando el paso acercándose al primero. Atrás, apretando el paso van Rubén Rocha-Imelda Castro.