PERIODISTA…
Si hubiera habido censura de prensa en Roma no tendríamos hoy ni a Horacio ni a Juvenal, ni los escritos filosóficos de Cicerón. Voltaire
El martes pasado dejó de existir un hombre que hizo del periodismo casi una religión, anteponiendo solo su fe católica y los valores familiares.
Lorenzo Valdez López dejó de existir físicamente pero dejó un legado de valores en sus hijos y en aquellos que tuvimos la fortuna de conocerlo y abrevar de sus certeros consejos.
Nativo de Cachoana, pueblo del que presumía tiene los mas hermosos atardeceres, traía de sus raices la forja de sus principios: rectitud, honestidad y lealtad.
Solo cursó hasta educación secundaria y el resto en lo que el ex Gobernador Alfonso G. Calderón llamaba la Universidad de la vida.
Muy joven llegó al periódico El Debate en busca del empleo que se ofertaba en un anuncio, y llegó para quedarse.
De la enérgica mano de don Manuel Moreno Rivas y a la sombra siempre amable, maternal, de doña Bertha Colunga de Moreno se convirtió en ejemplar periodista.
Desde el departamento de fotograbado pasó por la redacción hasta llegar a la Dirección del diario que se convirtió con el correr de los años en el mas importante de Sinaloa.
Ahí lo conocimos en aquella época en que el periodismo tenía mucho de romanticismo para informar pero también de energía para señalar, criticar los errores de los gobernantes.
Ahí lo conocimos aquel 28 de enero de 1958, ocho años después de su llegada al periódico, ya en su puesto de Director Responsable.
De don Manuel Moreno Rivas aprendimos a señalar con energía y actuar con honestidad, siempre con las manos limpias y la frente en alto.
De Lorenzo Valdez López a ser precisos y claros, imparciales y objetivos en las notas informativas. Muy claros, certeros y siempre con elementos en el análisis y en la crítica.
Bajo su guía siempre amable aprendimos fotografía manejando diversos tipos de cámara, desde la Kodak Retinette hasta la Speed Graphic y otras que fueron llegando con la modernidad.
Nos enseñó a reportear, a escribir, a analizar y reunir los elementos básicos para la crítica, siempre con bases sólidas y nunca con intereses mercenarios.
Al paso de los años caminamos juntos en el crecimiento y modernización del periódico.
A nuestra relación de trabajo se sumó el compadrazgo y compartimos con él momentos tristes y alegres, golpes que nos asestaban tratando de doblar la linea independiente y crítica de aquel Debate y las satisfacciones de salir avantes en nuestras luchas.
Aquel Debate que mucho extrañamos que criticó lo mismo que a alcaldes y políticos locales que a Gobernadores, que al mismo Presidente de la República, que a funcionarios locales, estatales o federales.
Y jamas nos doblegaron.
Por el contrario, gracias a las informaciones producto de investigaciones realizadas bajo la orientación de Lorenzo, cayeron agentes del ministerio público federal, del Estado, jefes policiacos corruptos y arbitrarios.
Muchos jóvenes que llegamos a El Debate en diferentes épocas aprendimos a ejercer el periodismo con autenticidad sin utilizarlo jamás como medio para chantajear ni ponerlo a la disposición de funcionario alguno.
Lorenzo Valdez fue y enseñó lo que es periodismo auténtico.
Sin títulos universitarios y abrevando, eso si, de libros que le permitieron ampliar el conocimiento cultural, de las enseñanzas que recibió del Profesor Conrado Espinoza y la experiencia de Moreno Rivas, Lorenzo Valdez López se convirtió en un ícono del periodismo mochitense.
Un auténtico periodista, ejemplar esposo y padre de familia, maestro de varios que llegamos jóvenes a El Debate para cambiar el rumbo de nuestras vidas enfilando por la actividad periodística con profesionalismo y verticalidad.
Su paso por El Debate, en donde dejó buena parte de su vida, no fue en vano.
Contribuyó a su crecimiento, acelerado hacia la modernización -iniciada en la época de Don Manuel Moreno Rivas- con la llegada de José Isabel Ramos a la Gerencia General.
Cuando dejó El Debate no tenía fortuna económica. Nunca la tuvo.
Pero si, una familia bien formada con sus tres hijos ya convertidos en profesionistas.
Y otra, esa si, inmensa fortuna en amistades sinceras.
Hoy, llegó el momento de su partida, adelantándosenos en el viaje que todos habremos de emprender cuando el Todopoderoso lo decida.
Se fue físicamente, pero su recuerdo permanece en nuestra mente y corazón.
Recuerdo imborrable para sus amigos y mas todavía para quienes fuimos sus discipulos en nuestra formación como periodistas.
A sus hijos Lorenzo, Patricia y Luis Humberto, a sus nietos y toda la familia nuestras condolencias sinceras.
Compadre Lorenzo Valdez López, PERIODISTA, Descansa en paz allá en donde te esperaba la Comadre Oli!