TUBOS PUBLICITARIOS Y LOS WALKING DEAD

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Enrique Monzón Zamudio, un maestro inspector escolar, murió al ser golpeado por la estructura de un anuncio luminoso que se desprendió desde el techo del Casino Yak de Culiacán, en tanto que en Metepec, Estado de México, un tubo que sostenía un espectacular cayó encima de dos vehículos y lesionó a cinco personas.

Son dos hechos, a causa de los fuertes vientos, que obligaron a la Secretaría de Gobernación al anuncio de nuevas normas sobre el manejo y estructura de anuncios espectaculares. “ para que no vuelvan a ocurrir tragedias como las de las últimas horas”.

Eso nos obliga a observar que en Sinaloa, previo al proceso electoral, nacieron tubos por todas las ciudades y carreteras mas transitadas, sin ningún control.

Sin ninguna supervisión, un grupo empresarial colocó tubos y estructuras para poner anuncios de aspirantes a puestos de elección popular, en el lapso previo al proceso electoral.

No es ilegal la inversión, pero, en lo que respecta a Culiacán, no tienen la supervisión de la dependencia encargada. En este caso Desarrollo Urbano.

Este significa un peligro y supone corrupción.

Porque lo que se ve no se pregunta la corrupción ya es moneda común, pero lo que el ciudadano advierte es el peligro que generan esas torres y sus estructuras, que por ahora sostienen esperanzas de políticos.

La supervisión no debe contenerse por más inversión que se genere y por más instrucciones que los funcionarios menores reciban de sus jefes, como parece que ocurre ahora, según nos comentan los que están en el tema.

Para quienes se han dedicado por muchos años a levantar estructuras para publicidad comercial y política, conocen bien las reglas y se someten a supervisiones y verificaciones de seguridad, de ahí que participarán con gusto en el proceso de revisión y obligaciones.

Lo que les preocupa lo definen simple: “nos preocupa que los tubos que se han puesto últimamente les vaya a caer en la cabeza a los ciudadanos”.

Al ciudadano común no le preocupa tampoco que muchos de esos tubos estén sobre breñales o basura y hagan ver mal al anunciado.

Lo que si ve, por los hechos en Plaza Cinepolis y de Metepec, es que esas torres se multipliquen como los Walking Dead de la famosa serie de televisión que caen encima de todo mundo y nadie los puede parar.

En esta realidad esperemos que Segob y su nueva norma pueda pararlos.

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