Humorismo Semanario No. 1613

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Una abuela estaba indicando su dirección a su nieto…
-Cuando llegues al edificio, en la puerta de la entrada hay un gran panel del portero electrónico. Yo vivo en el apartamento 301. Aprietas el botón del 301 con el codo y yo te abro la puerta. Entras, el ascensor está a la derecha, entras en él y aprietas el botón del 3º con el codo. Cuando salgas del ascensor, mi apartamento esta a la izquierda. Con el codo tocas el timbre.
-Muy bien abuela, todo me parece muy sencillo… Pero, ¿por qué tengo que apretar todos los botones con el codo?
-¡Hombre! ¿¿¿Es que piensas venir con las manos vacías???

Un ladrón roba en una joyería
Va a juicio y el juez dice:
-¿Por qué lo niega si hay cuatro personas que lo vieron?
-¿Y qué? Y yo puedo traer a miles que no me vieron.

Un juez le pregunta al ladrón
-Usted, ¿por qué le robó el reloj a la señora?
-Yo no robé ningún reloj. Ella me lo dió.
El juez pregunta extrañado:
-¿En qué momento ella le dió el reloj?
-En el momento que le mostré la pistola…

Un gato caminaba por un tejado maullando…
-¡Miau, miau!
En eso se le acerca otro gato repitiendo:
-¡Guau, guau!
Entonces el primer gato le dice:
-Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
-¿Es que uno no puede aprender idiomas?

En el metro un tipo le dice al que está a su lado:
-Oiga, las uñas no se muerden.
-¿Y a usted que le importa?- le responde el otro.
-Hombre, me importa porque… ¡me está mordiendo las mías!

Un día el jefe de la estación de ferroviaria hablando con el banderillero:
-Dígame, ¿usted qué haría si ve que dos trenes van a chocar?
-Avisarles por la radio o con banderas para que cambien de carril, responde seguro el empleado.
-Y, ¿si no tuviera radio ni banderas? -insistió el jefe.
-llamo a mi primo.
– Ajá, ¿él sabe del tema?
-No, es que nunca vio un choque de trenes.

Doctor, ¡ya no aguanto más! A pesar de todos mis esfuerzos, mi marido no me considera. Desde que nos casamos, él sólo habla de su mamá, mamá, mamá…..
¡es como si yo no existiese!
El psicólogo le pregunta si ya probó con hacer una cena especial.
– Sí, pero no ayudó nada.
– Tengo una idea, señora -dice el psicólogo.
-Si hay un lugar donde su suegra no puede rivalizar con usted, es en la cama. Esta Noche usted se viste con un vaporoso negligé y camisón negro de encaje, todo transparente. Además póngase medias de encaje, un mini tanga y liguero negro, el color negro es muy sexy y excitante, maquíllese, use altos tacones de pulsera, negros obviamente, además cambie las sábanas; coloque sábanas de seda, con ese ambiente seguro que no resiste. Si puede coloque unas velas en lugar de luz eléctrica.
La despampanante joven siguió todo el plan al pie de la letra, sin olvidar ningún detalle. Sentía un leve rubor en todo su cuerpo al preparase para su esposo.
La verdad es que ella misma nunca se había sentido tan sexy, provocadora y voluptuosa, al mirarse de cuerpo completo en el espejo, sintió deseos por ella misma, de tan sexy que se veía.
Al llegar el marido adopta una postura provocativa; él entra a la habitación, la ve y gritando pregunta con cara de desesperación:
-¿Por qué estás toda de negro? ¿Le pasó algo a mi mamááá?

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