El presidente Enrique Peña Nieto inicia su quinto año de gobierno sin el beneficio de la credibilidad ciudadana; el Ejército Mexicano está gastado y desgastado por asumir tareas de seguridad que legalmente no le corresponden; el gobierno de Mario López Valdez está en el ojo del huracán mediático por el ataque de narcotraficantes contra un convoy militar, en tanto que el ciudadano vive en medio de desigualdades y de fuegos cruzados.
El pasado miércoles el presidente Peña Nieto citó a su gabinete para evaluar lo que se tiene en el país y para proyectar los dos años que se vienen. En ambos se enfrentará al juicio ciudadano en las elecciones estatales del 2017 y la sucesión presidencial del 2018.
Por ahora la percepción general es que tenemos dos problemas endémicos: Uno que se refiere a la corrupción que parte desde palacios de gobierno y un segundo problema sin resolver que es el de la violencia; por narcotráfico principalmente.
De todos y cada uno de los periódicos del Distrito Federal entresacamos algunas líneas como la siguiente: “Claro que hay un desgaste, somos un Ejército proporcionalmente pequeño, pero seguimos trabajando”. Es la declaración del general Salvador Cienfuegos Titular de la Secretaría de la Defensa Nacional quien también nos fundamenta: ”Tenemos muchas tareas que debemos atender”.
Es el mismo desgaste que sufre Mario López Valdez quien también tiene muchas tareas que atender, desde bajos precios a los productos agrícolas, diputados que lo enjuician por la violencia en Sinaloa, movimientos ciudadanos en parques de convivencia familiar, pidiendo la paz.
Y por si fuera poco policías reprobados por un examen de confianza que no tiene preguntas de confianza.
Lo de los adeudos, las cuentas públicas y los préstamos y créditos no ejercidos, o ejercidos sin la etiqueta de su destino, es realmente pecata minuta.
No tiene comparación de frente a las empresas fantasmas, adquisición de bienes inmuebles en México y en el extranjero y dinero público en bancos internacionales de Javier Duarte de Veracruz y Guillermo Padrés de Sonora, que huyeron de la justicia.
Finalmente nos quedamos de una pieza cuando los medios de comunicación masiva reciben cartas de miembros de un cartel que se deslinda de los ataques a militares en Culiacán y del asesinato del juez de Metepec, Antonio Bermúdez.
Pero aquí nos tocó vivir y SDQ aquí nos tocará elegir a todo gobernante en 2018.