Maestros rebeldes…
Aceptar y respetar la diferencia es una de esas virtudes sin las cuales la escucha no se puede dar. Paulo Freire
Pese a que con tiempo se advirtió a los maestros que quien no se sometiera a los exámenes de evaluación serían despedidos porque esa medida es necesaria para avanzar hacia una real reforma educativa que permita elevar la calidad de la enseñanza, alrededor de 3,360 mentores se negaron a acatar la disposición y hoy se muestran en abierta rebeldía a los despidos realizando movilizaciones que paralizan la actividad docente en cientos de escuelas.
En Sinaloa quedan algunos grupos de mentores que se negaron rotundamente a las evaluaciones y hoy se comienzan a manifestar en las oficinas de los servicios regionales de la SEPyC.
Este martes hubo paros y plantones en Los Mochis, Mazatlán y Rosario, siendo la mayor movilización en el puerto en donde se concentró cerca de un millar de mentores manifestando rechazo al despido de aquellos que no quisieron ser evaluados.
Estas movilizaciones, nada mas en Sinaloa, dejaron sin clases de varios miles de niños cuando sus maestros abandonaron las aulas para acudir al llamado de los dirigentes de estas movilizaciones convocadas por el llamado Movimiento Magisterial Sinaloense, una corriente simpatizante de la CNTE, brazo disidente del SNTE que se ha caracterizado por su rebeldía a las disposiciones oficiales y que ha sembrado verdaderos caos en el sureste del país.
Previamente, el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, había advertido en reiteradas ocasiones la necesidad de que los maestros fueran evaluados a fin de conocer sus verdaderas aptitudes para el desempeño magisterial.
Asimismo, advirtió que aquellos maestros que en la evaluación resultaran con puntajes bajos no serían despedidos sino que se les daría oportunidad de actualizarse o ser reubicados, y que los de mayor puntaje serían objeto de ascensos y mejoría salarial. Lo que ya se está haciendo.
Hubo segunda oportunidad para los que no acudieron a la primera convocatoria para la evaluación, pero hubo quienes optaron por atender los llamados a la disidencia y no acudieron.
Así el primero de marzo fue el día fatal para los remisos, pues a partir de esa fecha comenzaron los despidos.
De ahí las movilizaciones que se han iniciado en las que, hay que decirlo, es una minoría de los maestros la que participa pues en su inmensa mayoría acudieron a la evaluación y están cumpliendo su obligación de impartir clases.
Falso de toda falsedad las aseveraciones de los que lideran a los maestros rebeldes, al asegurar que con la evaluación se pretende despedir mentores y privatizar la educación.
Su bandera es la supuesta lucha por la educación gratuita. Totalmente falso.
El objetivo fundamental de la evaluación es dar solidez a la reforma de la educación básica en México, que es una de las peor evaluadas.
De acuerdo con estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) sobre la calidad de vida en los 34 países miembros, México ocupa el penúltimo lugar en esta medición que considera también el tema de la seguridad.
Por otra parte una evaluación en el Reporte Global de Competitividad 2012 del Foro Económico Mundial (FEM) reveló que la calidad de la educación en México se encuentra en la posición 100 de 144 países evaluados.
Situación que no ha variado y que llevó al Presidente Enrique Peña Nieto a impulsar la reforma educativa a fin de avanzar en la elevación de la calidad y sacar a nuestro país de los vergonzozos lugares que ocupa a nivel internacional.
La mayoría de los maestros, sobre todo aquellos que de verdad tienen la vocación, aceptó los retos de la modernización del sistema educativo para lograr una mejor calidad que permita mejor formación de las futuras generaciones.
Sin embargo, hay mentores que se resisten a la evaluación, algunos por intereses propios, otros engañados por líderes que viven de la grilla y están peleados con el trabajo educativo.
Lamentablemente, también hay padres de familia que son engañados por las mentiras de esos líderes y apoyan a los maestros que se rebelan a la evaluación y a mejorar la calidad de su trabajo.
Ante el bajo nivel de la educación básica mexicana, que tiene una calificación de 6.8 (de panzazo) según recientes estudios elaborados por el Instituto de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, es necesario dar el salto para mejorar.
El ex subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely ha señalado la necesidad de que los maestros adquieran las herramientas del siglo 21 para poder ser ellos mismos el motor del cambio de los nuevos modelos educativos, pues de nada sirve cambiar el modelo sin la capacitación docente.
Y si hay mentores que se resistan a la evaluación y a la actualización no es posible que sigan siendo la piedra que trabe la mejoría de la educación que reciben las futuras generaciones.
Es lamentable que haya maestros que por capricho se rebelan a las disposiciones para mejorar y tengan que ser despedidos.
De nadie mas es la culpa del despido mas que de ellos y quienes los manejan.
No hay, no debe haber marcha atrás en el avance de la reforma educativa que parte, precisamente, de la mejor capacitación de los maestros.