Todo comienzo tiene su fin y se está llegando el momento de despedir el presente año, el cual sin duda nos trajo experiencias, enseñanzas, sorpresas, crecimiento humano, cívico y se va dejándonos tareas que le tendremos que entregar a su sucesor.
Cada final de año se tiene la buena costumbre de trazar proyectos y de hacer un balance del año que culmina, dese esta editorial les deseamos a todos nuestros amables lectores éxito en los proyectos que se tracen, los recursos y herramientas para llevarlos a cabo.
Nos congratulamos con quienes tienen un balance positivo y que, por consecuencia, ven un prometedor 2016.
Con aquellos que no fueron tan afortunados les deseamos ese espíritu de lucha que nos caracteriza. La prosperidad no solo es para quienes están en la cima, lo es para quienes estando al pie de la montaña, no han quitado la vista de la cima.
La determinación y la férrea voluntad en los buenos propósitos son los nuestros buenos deseos para ustedes.
Disfrutemos lo que queda de este año, este frío que nos llega nos empuja a generar más calor humano, seamos promotores en estas fiestas de las indicaciones que todos los años se nos hace respecto a los accidentes y uso de proyectiles y pólvora.
Nos despedimos con un fragmento de una clásica poesía de Guillermo Aguirre y Fierro, “El Brindis del Bohemio”:
Las doce, compañeros; Digamos el “requiescat” por el año que ha pasado a formar entre los muertos. ¡Brindemos por el año que comienza! Porque nos traiga ensueños; porque no sea su equipaje un cúmulo de amargos desconsuelos.
Javier E. Zepeda Osuna.