Como una sentencia, un dislate más del que fuera presidente de México, Vicente Fox, que profirió en la XXIV asamblea nacional ordinaria del PAN, en el marco del 80 aniversario de su fundación.
Se podría decir muchas cosas al respecto, pero ¿tendría idea Fox del significado de lo que dijo? “…llegó el momento de pegarle en la madre a la 4t…”. En la inconciencia misma, ya después de haber tenido la oportunidad de haber pasado a la historia de otra manera, Fox ha tendido su petate para luego desde allí hacer declaraciones que lo van llevando cada día a ser más odiado por el pueblo que él engaño; vendiendo la esperanza de un México a la altura del siglo XXII.
Imagine usted lector pegarle en la madre a la 4T.
No se trata de solo un discurso desafortunado, sino de la real intención de acabar con la posibilidad de que México avance en todos los campos de la economía y de su avance interno para lograr la autosuficiencia laboral, productiva, y en los servicios de primera necesidad de todos nosotros los mexicanos. No se trata de una mera oposición, se trata de un traidor que navega contracorriente por el solo hecho de estar ardido de quien no pudo desaforar en su momento. Se trata de un discurso alentador a la violencia que para nosotros significaría seguir en el fango donde ellos nos metieron hace muchos años. Se trata de no avanzar en lo que substancialmente necesitamos avanzar. Es increíble que sujetos como estos sigan teniendo eco en la sociedad mexicana, los dislates de un desquiciado quien pudo haber pasado a la historia de otra manera, lo hace como un loco. ¿Dónde estábamos nosotros que en su momento se eligió a un personaje como este? Un hombre que bandeó con los partidos (bueno hoy sabemos que siempre fue el PRIAN) donde un día apoyaba a Meade y otro a Anaya. Un hombre que presume de consumir mariguana, no digo que sea malo, pero al menos debería tener cuidado para no culpar a esa yerba tan benéfica en la salud del mundo.
Matar a la 4T, o sea matar a los proyectos que en este gobierno se están implementando, matar la esperanza de millones de familias y ciudadanos que estamos con ver un verdadero cambio en México. Matar el desarrollo que se está planteando el gobierno federal en la inversión de las refinerías; que dejaron de invertir para hacer sus propios negocios. En la construcción de una en dos bocas. De las hidroeléctricas: que dejaron abandonadas. De la red de alta tensión de la CFE: que ya producía menos del 50% de la electricidad por concesionarlas a empresas extranjeras. Matar el proyecto de poder contar con internet en todo México. Matar al proyecto del tren Maya, del corredor transístmico, del proyecto sembrando vida, del programa de jóvenes construyendo el futuro, del programa de becas a jóvenes estudiosos. ¿Matar qué Vicentón?, porque a eso te atienes, a que te perdamos el respeto. La congruencia de los exmandatarios debe ser real y no declarada solamente en el discurso. Manténgase en silencio, eso les ayudará a que Juan Pueblo no los linche en la primera oportunidad. Por el bien de todos, oídos sordos a eso dislates de los exmandatarios. Así sea.
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