Para muchos la renuncia de Germán Martínez fue el inicio del desgrane de la mazorca. Habida cuenta de lo anterior tendremos que estar muy seguros de lo que significa este asunto de desgranar la mazorca.
Sin duda es la primera renuncia del gabinete de AMLO y eso marcará un hito que puede, si no se maneja adecuadamente, debilitar un poco la gestión del presidente.
Pero veamos, según la carta de renuncia ésta se debe al amarre de manos para no ejercer los dineros que maneja el IMSS, argumentando la necesidad de los derechohabientes a gozar de los recursos que ellos mismos merecen, ya sea por medicamentos o simplemente por los servicios de salud a los que tienen derecho. A casi seis meses en su cargo y sin logros administrativos visibles en esa institución de salud, la renuncia no está claramente fundada.
Sabemos por el mismo Andrés Manuel López Obrador el nivel de corrupción existente en esa dependencia, pues apenas hace unos días quedaron desenmascarados los políticos y empresarios que vendían los medicamentos a la misma institución.
Algo así es parecido a la Secretaría de Salud en Culiacán Sinaloa, en manos de Ernesto Echeverría Aispuro, siendo gobernador del estado Mario López Valdez. Siendo director general de la secretaría se compraba a sí mismo los servicios que otorgaban las organizaciones de salud en el estado. Hay mucho que puede decirse de Germán Martínez al no enfrentar a los grupos delincuenciales que robaban los medicamentos de tan emblemática institución de salud. También habremos de decir que 6 meses son nada para haber aventado la toalla y renunciar sin hacer el esfuerzo correspondiente en el compromiso por enderezar la administración del IMSS.
Culpa a la Secretaría de Hacienda por no haberle dado los dineros que el IMSS ocupaba para hacer funcionar al instituto. Seis meses en que apenas se perfila una política nacional que tiene que ver con las eficiencias de cualquier administración.
La austeridad republicana se colige con la eficiencia y la eficacia en el gasto administrativo, sin menoscabo de la calidad del servicio médico ofrecido por tan honorable institución. El robo hormiga por los mismos trabajadores del IMSS precisaba de la entera supervisión de quienes son responsables por cuidar los activos de la institución. Seis meses en que Germán Martínez, de origen panista, dirigió una carta al corazón de la Cuarta Transformación y claro está que había un propósito muy claro en golpear al Presidente López Obrador para debilitarlo en su gestión.
Si verdaderamente hubiese existido una identidad con el proyecto de la 4T, Martínez no hubiese escrito esa renuncia en la forma como lo hizo, mucho menos usando las mismas palabras que una vez dijera el propio presidente con respecto al florero sobre la mesa.
Por la forma en que declaró el presidente la salida de Germán Martínez, podemos inferir que la mazorca no se desgrana, simplemente se saca la manzana podrida de la canasta.
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