Pareciera ser que todos los días tenemos actos ilegales de todo tipo que hacen más fuerte el argumento de EUA para sancionarnos y a las autoridades mexicanas poco les importa que dependamos en un 85% de nuestras exportaciones al vecino país. Tampoco les importa ver lo marginal que puede ser para ellos afectar temporalmente nuestros flujos de mercancías y no entienden que EUA puede dejar de importarnos materias primas, dañar la cadena de valor automotriz y será, inclusive, un acto de justicia desde su perspectiva que bien vale la pena llevar a cabo.
No quiero ni imaginar el daño que sufriremos si se cierra temporalmente alguna frontera o nos clasifican como terroristas.
En este absurdo afán de presentarnos como víctimas cuando somos los victimarios es claro que los fregados serán las personas comunes de la clase media.
El poderoso económicamente ya tiene fondos de sobra en el mercado de capitales y en cuentas que ha formado bajo el criterio de sacar a la empresa a costillas del consumidor sin trasladarle ningún beneficio y el fregado pues fregado está con la ilusión de sumar apoyos sea por edad, por hijos, por maternidad en soltería, etcétera, sumándole a ello que la informalidad le es más productiva que pensar en una seguridad social en la que el INFONAVIT y FOVISSTE prestan igual de caro que la banca comercial, las pensiones son de risa y los servicios médicos paupérrimos.
Urge nos demos cuenta que para tener calidad de vida hay premisas que debemos de cumplir, entre otras, vivir con orden y respeto bajo el imperio de la ley; urge que todos, socios de empresas (las personas), burócratas, prestadores de servicios y los demás, seamos alcanzados por la ley y se impongan sanciones y nos salgamos de una arquitectura legal/procesal que permite vivir en la impunidad.
Pareciera que los que llevan las riendas de la economía desde el sector privado y las directrices desde el sector oficial están urgidos de que vivamos, en muy corto tiempo, lamentándonos de lo que no hicieron bien.
Basta de rapiña, de insaciables, de pusilánimes. Tenemos que alejar de nuestra sociedad a aquellos poseídos por una avaricia insaciable, también a los que hacen de sus obligaciones tareas inútiles. Y si alguien pensó que el TLCAN podría ser suplido por el T-MEC, ahí tenemos la declaración de la congresista norteamericana, la influyente señora Pelosi quien nos receta que no habrá T-MEC hasta que no exista la reforma laboral la cual deberá ser en los términos por ellos aceptada. No podemos presentarnos favorablemente ante el mundo que nos lee en desencuentros y acusaciones mutuas entre representantes de poderes: ya el Ejecutivo hacia los demás y viceversa o en fuego cruzado, vaya, hasta el legislativo metido en temas del judicial ¡Paren esta masacre! ¡Que se acabe esta fiesta de amanecidos!
¡Muchas gracias y sean felices! cardenasfonseca@hotmail.com www.manuelcardenasfonseca.mx @m_cardenasf