Libertad de Expresión…!
Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco. Jaume Perich
Llegó el 7 de junio y con él el Día de la Libertad de Expresión, ésto, después de que ya pasaron el Día de la Libertad de Prensa, el Día del periodista y mañana quien sabe cual otro inventarán.
Fecha ésta en la que los políticos se acercan a los periodistas o comunicadores para felicitarlos, algunos de ellos forzados cuando se topan con algunos comunicadores que les critican, lo que les molesta.
Otros lo hacen por conveniencia, quedando bien y otros más, los mas pocos, por amistad.
Hay quienes dicen que no hay nada que celebrar.
Otros dicen que hay mucho que celebrar.
Otros mas que hay bastante que celebrar y recibir, además de felicitaciones, obsequios.
La “generosidad” de los políticos se manifiesta en estas fechas.
Pero mas allá de todo ésto, creo que es fecha para reflexionar una vez más sobre lo que es y la valía de la libertad de expresión.
La libertad de expresión, como la libertad de pensamiento son derechos naturales del ser humano y también son derechos constitucionales.
Los gobernantes, por estas fechas se vuelcan en elogios hacia comunicadores y la libertad de expresión.
Pero en los hechos, hay gobernantes y funcionarios que no toleran las críticas y hay de aquel que ose criticarlos, señalarles errores y no hablar todo el tiempo bien de ellos porque se convierte en “enemigo” y lo menos que le sucede es que pase a la “lista negra”.
Esa “lista negra” muy de moda en el pasado sexenio estatal que encabezó Malova, misma que hoy está vigente en algunos gobiernos municipales.
Allá ellos.
El verdadero comunicador, el auténtico periodista no necesita de estar incluido en la lista de preferencias.
Basta con que se le dé acceso a la información, aunque en algunos casos, las agendas de funcionarios son cerradas con acceso solo para los favoritos del alcalde.
Lo mismo sucede con candidatos que andan en busca del voto popular pero niegan sus agendas a los periodistas que les son incómodos.
La actividad periodística no es fácil, al contrario, es riesgosa, más cuando se hacen compromisos con poderes fácticos y no cumple.
Casos fatales hay varios, como los hay también de comunicadores víctimas de crímenes de Estado.
Todos esos casos, como sucede con el 99.9 por ciento de los crímenes que se cometen en México, quedan en la impunidad.
Pese a los riesgos, el periodista profesional (aunque no tenga título universitario pero resulta a veces mas profesional que los titulados) debe cumplir con su responsabilidad social de informar con veracidad.
Nada fácil en un mundo donde muchos comunicadores se mueven por el interés económico.
Si pagas se habla bien, si no pagas sacan los trapitos al sol y si no los tiene los inventan, es la premisa de algunos.
Degradan al auténtico periodismo.
La libertad de expresión se convierte así en libertinaje.
Hay quienes piensan y dicen que debe coartarse la libertad para ese tipo de periodismo que raya en el libertinaje.
Sin embargo, aunque no estamos de acuerdo con esos métodos, en lo personal consideramos que la libertad, aunque a veces raye en el libertinaje debe respetarse.
Evocando a Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
Cada quien es responsable de lo que dice y escribe y es la sociedad la que ubica a cada quien en su justa dimensión.
Aprovecho el espacio para agradecer al Seminario de la Cultura Mexicana, corresponsalía Los Mochis que preside el pintor Clemente Pérez Gaxiola, el reconocimiento “Carlos Salazar Chávez” que nos entregara el miércoles pasado como Decano del periodismo.
Y también para felicitar a los otros cinco galardonados: Illyan Esthela García, Karla Beltrán, Lupita Gámez, Félix Sánchez y mi antiguo compañero en El Debate Luis Buelna. Muy merecidos. Felicidades.
Igualmente aprovecho para agradecer todas las muestras de amistad recibidas por este motivo.