A Meade, le pesa el gobierno
Desde el 2016, el gobierno de Peña Nieto adelantó la liberación de los precios de las gasolinas y desde la discusión del presupuesto de egresos y ley de ingresos para el 2017, se creó el famoso impuesto especial de poco más de 4 pesos por litro a la gasolina que encareció abruptamente el costo para los consumidores.
Desde entonces, el gobierno aseguró sus ingresos necesarios que dejó de percibir tras la venta del petróleo a los inversionistas privados y para ello los diputados del PAN, PRD, PRI, así como otros partidos, y el único independiente del país, el sinaloense Manuel Clouthier, votaron a favor de la creación de dicho impuesto.
A partir de entonces, los mexicanos pagamos gasolinas más caras.
Pero con todo y que el gobierno diga que ya no es el responsable de fijar los precios de los combustibles y que los responsables de aprobar su liberación es el Congreso y los partidos que lo aprobaron, sin lugar a dudas, la gente lo sigue viendo como el culpable de tener que pagar más por los combustibles y como el responsable por consiguiente de la carestía de muchos productos.
Pero además, esta carestía de muchos productos y de la misma gasolina, en gran parte, es la causa que alborotó e incendió una gran indignación social que priva actualmente a todo lo que huela a gobierno, a todo lo que huela a Peña Nieto y por ende a todo lo que huela a PRI.
Así, con este escenario, la gran loza pesada que amenaza con aplastar al candidato presidencial priista José Antonio Meade, se llama gobierno, algo que a estas alturas debería de ser su fortaleza y no su mayor debilidad.
1.-Cuando se revisa la aceptación o aprobación ciudadana al gobierno federal de Enrique Peña Nieto, los números son alarmantes. Más del 70 por ciento lo reprueba y menos del 30 por ciento lo avala.
2.-Pero cuando se revisan las causas o razones de esta calificación reprobatoria, no son los temas de corrupción, no son los temas de violencia, de empleo los que le pegan. Son los temas del encarecimiento del precio de la gasolina, del gas doméstico, de la energía eléctrica, y en sí, del engaño que sienten los mexicanos de un gobierno que les prometió todo lo contrario con la aprobación de las famosas reformas estructurales.
3.-El gobierno de Peña prometió y prometió que con la reforma energética aprobada en su mayoría por los diputados del PRI y del PAN, los mexicanos pagarían menos por el gas, la luz y las gasolinas y hoy ocurre todo lo contrario.
El precio de la gasolina que estaba arañando los trece pesos por litro a inicios del sexenio, hoy anda en 18 y 19 pesos y se estima que pueda llegar a los 20 pesos el litro.
4.-Pero además, los constantes incrementos a los precios de los energéticos ha provocado un aumento en la inflación, aumento en los costos de productos y servicios y por ende le ha metido incertidumbre a la economía y a las empresas. Ese es el miedo que tienen los hombres de negocios, de una realidad económica que vive el país.
5.-Asi, el problema para el candidato del PRI, José Antonio Meade, no es su persona ni su imagen pública, la cual se muestra como hombre limpio y honesto, además de preparado.
Tampoco su problema, es que los priistas no lo acepten, porque ya lo aceptaron y sus estructuras ya están metidas y al servicio de su candidatura.
El problema para el candidato priista se llama gobierno.
A estas alturas y por el juicio social que lo reprueba, lejos de ser una fortaleza, se ha convertido en una fuerte debilidad. El voto antisistema es el que está punteando en este momento.
6.-En fin, hoy en día no se puede negar ni ocultar la existencia de una fuerte indignación social que se ha convertido en el principal motor de la exigencia de un cambio y en el motor del proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
7.-Quien logre incrementar o reducir en su defecto ese sentimiento de indignación social, seguramente será el ganador de la contienda presidencial. Si López Obrador incrementa la indignación social con sus mensajes, sus posibilidades de llegar a ser presidente aumentan.
Si José Antonio Meade con su campaña de propuestas, logra inhibir la indignación social, entonces él puede ser el ganador de la contienda.
En fin, esto apenas empieza y aún faltan 5 meses de intensa campaña e intenso golpeteo.
Veremos quien aguanta el paso.
Quien lo aguante más, será el próximo presidente de México.
Así sin quitarle ni ponerle
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-¿Casualidad o destino?. Vaya debut que ha tenido el Hospital Pediátrico como nuevo hijo de la familia del Sector Salud de Sinaloa.
Y nos preguntamos si es casualidad o debut, porque resulta extraño que justo a partir de pasar a ser parte del Sector Salud, lo cual debe verse como una buena noticia, algunos de sus empleados, lo inician con una manifestación reclamando la falta de medicamentos.
Las autoridades del Sector Salud han negado la falta de medicamentos, pero la manifestación que marcó el debut del Hospital Pediátrico como parte del Sector Salud, ahí está.
Los cambios siempre generan resistencia y más si ahí hay intereses creados que seguramente se ven amenazados.
Todo puede suceder.