Las bilis hunden al regidor priista, “Toño Capuccino”
Tal y como él lo pide constantemente. Seguramente quedará asentado en las actas de cabildo una de las escenas más vergonzosas para un político en Mocorito como la que acaba de protagonizar (su especialidad) el regidor priista, J. Antonio Gutiérrez Sainz, conocido como Don “Toño Capuccinos” durante la pasada XX Sesión Ordinaria de Cabildo, en la cual llegó como “navajita” exponiendo argumentos legales bien “macheteados” tras haber sido cuestionado en la sesión de cabildo anterior, misma en la que no supo defenderse sin asesor.
¡COMO CIUDADANO PRIMERAMENTE, SEGUIDO COMO EMPRESARIO Y EN TERCERO COMO REGIDOR !! … así es como se puso la soga moral al cuello este personaje. Una declaración que la verdad deja muy en claro la manera de actuar del regidor. Por ello, en una opinión y aquí sí que muuuy ciudadana ¡que mejor renuncie “Toño Capuccinos” !! Sí piensa seguir actuando en ese orden de prioridades, es reprobable que existan personas que utilicen cargos públicos para ver primero por sus intereses como ciudadano, luego intereses como empresario y por último como regidor. Así, sin pena alguna y muy orgulloso lo dijo en voz muy alta y para acabalar en repetidas ocasiones, ¿acaso no sabrá que cuando una persona asume un cargo público está representando al pueblo en PRIMER LUGAR? …y ojalá corra a checar eso con el abogado que lo asesora y le anota en papel lo que dirá en las sesiones de cabildo, para que lo corroboré por él mismo, sí es que su ego le permite aceptar estar equivocado.
En segundo término, lanzar un exhorto al partido que representa dicho regidor, porque no es posible que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se permita tener una clase política con esa mentalidad y poca vocación e interés por representar al pueblo.
Pero lo más grave de todo, es que parte de su inconformidad se derivó por la colocación de la “Tradicional Enrramada”, la cual viene siendo parte de los festejos populares que abarca la Fiesta de la Virgen Purísima Concepción, su argumento era que él y los comerciantes de centro histórico se veían perjudicados con dicha enramada al tapar el tráfico, provocando que sus ingresos disminuyeran considerablemente, por ello exigía modificar la ubicación y dejar libre un callejón que comunica un negocio de su propiedad, para ello fue apoyado por algunos comerciantes (no pasaban de 5) y que algunos de ellos lo han respaldado en otros berrinches de competencia comercial, junto a él y al exdirector de Turismo, Enrique Pérez Rubio, quienes tienen antecedentes en contra de las personas que participan exhibiendo sus mercancías para ventas en el evento turístico-cultural denominado como “Viernes de Plaza” a quienes culpan de ser un factor para que sus empresas sean mermadas, y pretenden que dicho evento sólo dure 3 horas, ya que la gente prefiere consumir en los changarros de la plazuela y no en sus empresas, situación que desde mi punto de vista es cuestión de calidad, pero ellos (Enrique Pérez Rubio y “Toño Capuccinos”) prefieren llamarlo competencia desleal.
Las cosas hay que decirlas y la verdad duele, pero como mocoritense todos sabemos que todo ese relajo que traen ambos personajes, posiblemente se deba al miedo y tal vez hasta por el coraje que sienten al ver que la clientela prefiere comer en la calle lindo, sabroso y con poco presupuesto… osea con las tres “B” (bueno, bonito y barato) a comer caro, “caciqueado” y con mal sazón que hay en algunos restaurantes rimbombantes del Pueblo Mágico. Esa parece ser la verdadera razón, porque de otra manera no se entiende ese afán por limitar y presionar a los “vierneros de plaza” intentando ponerles trabas burocráticas basadas en problemas que no existen mediante un ridículo reglamento carente de sustento legal, escudándose o escondiéndose en la preocupación por conservar el distintivo de Pueblo Mágico, un distintivo que también habría que analizar sí es conveniente o que tanto aporta al municipio.
Caso contrario con los restauranteros exitosos y aclientados del Pueblo Mágico ¿Acaso algún mocoritense ha visto o escuchado quejarse al Chino David, dueño del restaurante Pekín, el más cotizado de Mocorito? ¿a los dueños de Kyuden, Kamikaze, Wixons, Doña Tere, Cenaduría Yosi, Tacos El Retorno?, cada uno de ellos es un gran ejemplo de competitividad, calidad y respeto, tal vez por esa razón a ellos no les preocupa la supuesta clientela y pérdida de utilidades que según provocan los “vierneros de plaza”.
Volvamos al tema inicial del regidor priista, “Toño Capuccino”, a quien decimos le fue muy mal de nueva cuenta en la pasada sesión de cabildo, cuando intentó defenderse quedando en ridículo una y otra vez. Resulta que luego de que el regidor Valerio Cervantes lo hizo quedar muy mal a causa de echarle en cara que debería ser parejo al quejarse de los negocios, ya que “Don Toño” se quejaba por un nuevo restaurant bar, al que pedía que se le aplicara estrictamente el reglamento y vigilara muy bien por vender alcohol, pero pues Valerio Cervantes le recordó a “Don Toño” que muy cerca de su casa tenía una cantina donde ahí sí ameritaba todo lo que estaba pidiendo, ya que había problemas de mala imagen, alteración del orden público y hasta casos de prostitución, entre otras cosas, pero pues resulta que el propietario es uno de los candidatiables del PRI en Mocorito, motivo por el cual tal vez “Don Toño Capuccinos” no ha visto y ni quiere ver esos problemas y ni queja hay, cosa que reafirmó otra vez en la XX Sesión de Cabildo y de paso “embarró” a los vecinos del establecimiento, ya que volvió a decir que eran mentiras, que ningún vecino ha visto nada de eso y lo que Valerio Cervantes decía era falso. ¿Ahora resulta que el vecino Enrique Pérez Rubio no ha visto nada?. Pero pues el regidor no tardó ni un minuto en volver hacer el ridículo, cuando el secretario Noé Contreras le hizo saber que el propio dueño del establecimiento fue al ayuntamiento y aceptó cada uno de los problemas señalados. ¡Traka, trakaa!!..y recontra ¡trakaaa!! Contra el desafortunado regidor priista “Toño Capuccinos”, pero Noé Contreras no terminó de ridiculizarlo con eso, ya que además le dio cachetada con guante al blanco al informarle que como autoridades están en toda la disponibilidad de apoyar al propietario con seguridad para erradicar esos problemas. Dándole dos cátedras al regidor: Una por parte de Noé sobre diplomacia y civilidad para actuar en base a soluciones y no en conflictos.
Otra de valores por parte del propietario de la cantina, quien como hombre aceptó los problemas y dio la cara para buscar solución, sin victimizarse… o negándolas tal y como lo hizo el regidor priista, Jesús Antonio Gutierrez Sainz, conocido como “Don Toño Capuccinos”.
Finalmente recordarle que la magia de Mocorito está en su gastronomía, cultura, lugares para disfrutar con libertad y sobre todo en la gente que ahí radica. Sí un distintivo llamado Pueblo Mágico implica arruinar los atractivos turísticos como lo es el “Viernes de Plaza” habría que evaluar ¿Qué beneficia más a Mocorito y los habitantes?, ¿sí es mejor quedar bien con menos 5 comerciantes o con cientos de personas que disfrutan del evento?… la respuesta es lógica verdad.