HERMANADOS EN LA VIDA

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Llega la antesala del final del año, el penúltimo mes, el cual trae un tinte patriótico y revolucionario por la conmemoración del aniversario de la Revolución Mexicana, iniciando con una tradición muy mexicana como lo es el Día de Muertos o día de los fieles difuntos.
Cada vez cobra más terreno la exposición de los altares y la celebración del día de muertos y la caracterización de catrinas frente al Halloween, fiesta ajena a nuestra cultura e introducida mediante la mercadotecnia.
Y es que lo acontecido en septiembre con los terremotos y la unión de todos para rescatar víctimas y ayudar a los damnificados trajeron consigo un creciente sentimiento de patriotismo y orgullo por la nobleza de nuestra gente. Los rescates entonando el “cielito lindo”, el ondear banderas en las zonas de desastre para animar a los voluntarios, son muestras de que el patriotismo y el amor por nuestros símbolos patrios inspiran una fuerza especial que genera un espíritu de lucha, de fe en que unidos con los demás se puede alcanzar una meta.
El sentimiento de unidad que genera la bandera, de identidad nacional, de identidad cultural es algo que viene a sumar a un espíritu humanitario y filantrópico.
El ver imágenes de civiles retirando escombros o en otras actividades como voluntarios hacen recordar lo que cantamos en nuestro glorioso himno: “Un soldado en cada hijo te dio”.
La identidad nacional y el sentimiento patriótico es algo que se inculca, va en la formación desde la infancia y en momentos como los mencionamos, vemos la utilidad de que se sigan inculcando en las escuelas y en las familias.
Este mes celebraremos un el aniversario de la Revolución Mexicana, la cual, siguiendo las líneas anteriores, no se pudo haber realizado sin una unidad entre mexicanos, sin un sentimiento patriótico y sin una identidad nacional tanto de caudillos como del resto de evolucionarios.
Pensemos en estos valores de unidad y de identidad nacional, los cuales quizás nos pueden llegar a parecer de tipo sentimental, pero por otro lado, son valores que llevan a la acción, que son capaces de levantar a un pueblo y de transformar a una nación cuando hay un mismo sentir en la conciencia colectiva.
Javier E. Zepeda Osuna.

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