Humorismo No. 1705

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La profesora en el colegio pregunta
– Juanito, ¿en qué trabaja tu papá?
– Es abogado, señorita.
– ¿Y el tuyo, Susanita?
– Es ingeniero, señorita.
¿Y el tuyo a qué se
dedica, Silvina?
– Es médico, señorita.
¿Y el tuyo, Jaimito?
– Él baila en la barra vertical en un bar gay…
¿¿¿Cómo???? – pregunta la maestra sorprendida.
– Sí señorita! Baila vestido de mujer, con sus labios pintados y una tanga de
lentejuelas metida en las nalgas; los hombres lo acarician y le ponen billetes en el elástico de la tanguita. Y luego si se da, se va
con uno de ellos por algunos pesos. Y algunas veces se va de fiesta con dos o tres negros, que es lo que más le gusta.
La profesora rápidamente le pide a los otros chicos que salgan de la clase, camina hasta Jaimito y le pregunta:
– Jaimito, ¿tu padre realmente hace eso?
– No señorita. Ahora que no hay nadie se lo puedo decir… Mi papá es diputado, pero me da mucha vergüenza decirlo.

-Profesor ¿una rata y una perra pueden tener un hijo?
-No, Pepito, ¿de done sacas semejante cosa?
-Es que el otro día mi mama dijo:
-La rata de tu padre tuvo un hijo con la perra de enfrente.

Dos viejitos, deciden ir a un prostíbulo.
Al llegar, la madame los mira bien, llama a la mucama y le dice:
-”Anda a las habitaciones 1 y 2 y coloca una muñeca inflable en cada cama…estos dos viejos están tan borrachos que no van a notar la diferencia. No voy a gastar a mis muchachas con estos viejos borrachos.
La mucama cumple las órdenes y los dos viejitos van a sus respectivas habitaciones y “hacen la fiesta sexual”.
En el trayecto de vuelta a sus casas, uno de los viejos dice:
-¡Creo que la mujer que estaba conmigo estaba muerta!
-¿Muerta? Dice el otro. ¿Porqué piensas eso?
-Es que no se movió ni habló mientras teníamos sexo.
-Podría haber sido peor, dijo el otro. ¡Yo creo que la miera era bruja!
-¿Una bruja? ¿Porqué carajo dices eso?
-Bueno…lo que pasó es que mientras yo estaba en los preliminares le di una mordida en el culo, entonces me tiró un pedo en la cara, salió volando por la ventana y encima de eso se llevó mi dentadura!!..

La novia y el novio estaban ensayando la ceremonia de la boda en la iglesia cuando el novio llama al sacerdote en privado y le dice al oído:
-Padre, tengo aquí dos billetes de 1000 que le voy a dar. A cambio me gustaría que modifique un poco el texto original…en concreto me gustaría que cuando me estuviera hablando a mi, ignorar la parte que dice que debo prometer “amar y respetar a mi esposa, ser fiel a ella hasta que la muerte nos separe”.
El sacerdote toma los dos billetes sin decir una palabra y el novio se marcha satisfecho.
El día de la ceremonia, el fatídico momento se acerca. El sacerdote se dirige al novio y le dice, mirándole directamente a los ojos:
-Prometes arrodillarte a ella, obedecer a todos su pedidos, llevar su café a la cama todos los días y jurar ante Dios y esta mujer excepcional que jampas mirarás a otra mujer?
El novio traga en seco, se pone morado de rabia, mira alrededor con ansiedad y responde con una voz casi imperceptible:
-Sí, lo juro.
Luego se inclina hacia el sacerdote y murmura:
-¡Pensé que teníamos un trato!
El sacerdote pone los dos billetes de 1000 en el bolsillo del novio y le dice al oído:
-Lo siento mucho pero…¿La novia duplico la oferta!!!

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