Los Puntos Sobre las ÍES… Semanario No. 1694

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Una de cal…

Las leyes callan cuando las armas hablan. Cicerón

Hablábamos la semana pasada del imperio de la impunidad que priva no solo en Sinaloa sino en la mayor parte de nuestro país.

De la impunidad, madre de todos los delitos, que alienta a los delincuentes a cometer tropelías, algunas atroces, seguros de que no tendrán castigo.

De esa impunidad de la que gozan los delincuentes cuya vida de “jolgorio”, dinero mujeres y vino. se hace atractiva para los jóvenes que aun antes de su mayoría de edad ya están militando en las filas de los sicarios.

Y advertíamos que el crecimiento de la oleada delictiva está encaminando al Estado y al pais hacia la inestabilidad gubernamental.

Habían transcurrido unas horas de la primera publicación de nuestro artículo cuando se registra el enfrentamiento entre sicarios y policías que comenzó en Villa Unión y culminó en el entronque del camino de la carretera Internacional hacia Aguaje de Costilla, dentro del municipio de Mazatlán, con saldo de 17 sicarios y dos civiles mas muertos y cinco agentes policiacos heridos.

Hecho sin precedente que pone en alto a la corporación policiaca municipal de Mazatlán porque pese a los riesgos de enfrentarse a un número superior de elementos (al parecer alrededor de 22) con mejor armamento, no se arredraron.

Fueron diez elementos municipales al mando del Secretario de Seguridad Pública, Coronel Joel Ernesto Soto, los autores de este valiente hecho.

La historia ya se conoce.

Un grupo de sicarios, de los que tienen su guarida en Villa Unión y otros poblados vecinos, atacó y mató a dos personas frente a una tienda departamental en los momentos en que el Coronel Soto y diez elementos se encontraban en la sindicatura, acudiendo de inmediato al lugar.

La primera patrulla en llegar fue recibida a balazos y se inició el tiroteo y la persecución por un camino que conduce de Villa Unión a el Aguaje de Costilla.

Mientras una patrulla los perseguía por el camino citado, otraa dos con el Coronel Soto al mando subieron a la Internacional para interceptarlos en el Aguaje de Costilla, a la vez que se solicitaban refuerzos.

Precisamente en el entronque mencionado fue bloqueado el convoy de los delincuentes y ahí se desató la refriega que duró alrededor de 50 minutos, lapso en el que llegaron refuerzos del Ejército, la Armada y la Policía Federal.

Los resultados ya son conocidos: 17 gatilleros muertos mientras que el resto, al parecer otros cinco, lograron huir internándose en el monte.

La cifra de delincuentes abatidos es fuerte e impactante.

No falta quien critique el hecho y hable de masacre, que no lo fue porque no murieron personas inocentes ni indefensas. Eran criminales, asesinos y se enfrentaron a las fuerzas policiacas.

Las fuerzas policiacas cumplieron con su deber. Y punto!

Eso es lo que debe de reconocerse.

Que por primera vez las fuerzas policiacas municipales no huyen sino que se enfrentan con decisión a los delincuentes.

Ojalá y todas las corporaciones policiacas de Sinaloa tuvieran ese valor y decisión para hacer frente a la delincuencia.

Lamentablemente sucede todo lo contrario.
La mayoría de los integrantes de las corporaciones o no se atreven o bien son parte de lo mismo. Es decir, están comprometidas con la delincuencia organizada.

Por ello es urgentemente necesario que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel ordene se proceda a la depuración de las corporaciones policiacas de Sinaloa.

Se necesita una limpia completa.

Como también se necesitan mas elementos comprometidos con las causas de la seguridad pública, con la sociedad.

Como ese grupo de Mazatlán, para cuyos componentes va mi reconocimiento ciudadano.

Son necesarias esas acciones para avanzar en el combate a la impunidad.

Necesario también una fiscalía eficiente.

También urgentemente necesario un poder judicial local y federal que vele eficazmente por la justicia para bien de la sociedad y no siga protegiendo a delincuentes de alta peligrosidad.

Como también son urgentemente necesarias otras acciones para comenzar a recomponer el tejido social:

Erradicación de la corrupción, educación comprometida con los valores, deporte, cultura para todos.

Lo de Villa Unión es una de cal por las toneladas que van de arena y excremento.

Ojalá y sea el principio de una enérgica actuación de nuestras policías.

Pero también, ojalá el gobierno abra las puertas e impulse la participación ciudadana en las tareas de prevención.

Ojalá!

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