Los Puntos Sobre las ÍES… Semanario No. 1677

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Habrá Fiscal, y…?

Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justícia. Paul Auster

En unos días mas, el martes para ser precisos, la LXII Legislatura del Congreso local decidirá quien será el abogado que se convertirá en el nuevo Fiscal General de Sinaloa, puesto que sustituirá dentro del nuevo sistema de justicia penal a la hoy obsoleta Procuraduría General de Justicia del Estado que tiene al frente al mas abúlico titular de toda la historia y que formara parte del gobierno mas corrupto, también de toda la historia de nuestro Sinaloa.

Al margen de los nombres de la “terna” de cinco seleccionados entre los 17 aspirantes que se registraron en busca del cargo, nos preguntamos: Habrá por fin Fiscal General del Estado y… ¿que sigue para obtener los resultados que la ciudadanía sinaloense reclama y espera desde hace años?

Porque no se trata solamente de cumplir con las nuevas normas de procuración e impartición de justicia. Esta última que aun no convence a nadie pues ya ha dado sus primeros tropiezos.

No se trata solo de designar a uno de la terna, esa si de tres, que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel enviará en unas horas mas al Congreso, sino de ir más allá.

Claro, el Fiscal designado tendrá enfrente la tarea de limpiar totalmente toda la podredumbre que se encierra en el aparato de Procuración de Justicia del Estado. Tarea, para empezar nada fácil, que trae consigo sustituir a los servidores corruptos por gente honesta con ganas de servir, cumpliendo con sus deberes.

Y no solamente echar fuera a los corruptos, ineptos y hasta cómplices en muchos casos, sino investigarlos y abrirles procesos donde haya lugar.

Elementos los hay, o debe haber si no los hicieron desaparecer. Denuncias concretas, con elementos, de desapariciones forzadas, atracos, robos y hasta asesinatos cometidos por jefes y agentes policiacos que nunca fueron atendidas, sino todo lo contrario, por el todavía Procurador Marco Antonio Higuera Gómez, lo que lo convierte en encubridor y cómplice de los delitos cometidos y sus autores.

Pero no es solo la estructura de la fiscalía, sino mas allá, mucho mas allá: la depuración real, efectiva, de las diferentes corporaciones policiacas, en donde se anidan también la corrupción, la complicidad.
En los mandos policiacos se instalaron ya oficiales de altos grados en el Ejército, pero tal parece que la delincuencia organizada los sigue “calando” incrementando las cifras rojas de los asesinatos.

Ahí está Villa Juárez, tierra sin mas ley que la de los criminales.

No bastan los mandos militares, si no hay esa depuración que es urgente y el trabajo de investigación y logística para poder contrarrestar los golpes que la delincuencia sigue asestando día a día, con golpes de precisión gracias al maridaje con elementos de las corporaciones locales.

Se requiere también de convencer a la sociedad de que haga lo suyo en esa tarea de prevención tan necesaria. Hay mucho que puede hacer la sociedad desde sus ámbitos.

Se requiere de captar la confianza de la sociedad otorgándole medios confiables para la denuncia.

La tarea no es nada fácil.

Quirino Ordaz recibió un Estado, además de endeudado y con finanzas al borde de la quiebra, con una violencia desatada alentada por la impunidad que le otorgaba la autoridad en turno y emanada también desde esa misma autoridad.

Tiene ante si algo así como un rompecabezas con varias piezas que son claves, como lo son las finanzas y la seguridad.

Y pieza importante en el segundo tema, lo es precisamente la procuración de justicia que tendrá como responsabilidad la Fiscalía para frenar la impunidad y comenzar a recuperar la tranquilidad que merece Sinaloa.

El Fiscal es pieza importante, pero debe de tener una coordinación muy estrecha con las corporaciones, con las fuerzas armadas y también con la otra parte de la justicia, la impartición.

La Fiscalía sola no puede, así se elija al mejor de los tres que irán en la lista que enviará el Gobernador al Congreso. Deben conjugarse todos los elementos antes citados.

Ahora bien, de la quinteta seleccionada por el Consejo Estatal de Seguridad, a nuestro particular juicio destacan dos entre los que podría recaer la designación:

Óscar Fidel González Mendívil, Licenciado en Derecho, ex Procurador de Justicia de Sinaloa y ex Fiscal de Aguascalientes, cargo al que renunció para registrar sus aspiraciones por la fiscalía de Sinaloa y Juan José Ríos Estavillo, Doctor en Derecho por la UNAM, sin experiencia en área penal pero si en Derechos Humanos, ya que fue Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de 2008 al 2016. Hombres limpios, honestos los dos.

De los otros tres, está Luis Alberto Jauss López, con Maestría en Derecho Constitucional, quien ha sido Agente del Ministerio Púbico del Fuero Común y del 2011 al 2012 fue sub procurador en la zona norte. Es buen elemento.

Parece ser que Enrique Feregrino Taboada, Doctor en Derecho Penal, que ya fue Delegado de la PGR en Sinaloa y ha tenido el mismo cargo en varios Estados, tiene problemas legales que lo inhabilitarían para el puesto. De comprobarse esto, que mal quedarían los integrantes del CESP que lo incluyeron en la “terna”.

Y el quinto es Julio César Romanillo Montoya, Doctor en Derecho y desde agosto del 2012 es el Sub Procurador Regional de Justicia en la zona centro, es decir, pertenece al equipo del Procurador malovista Higuera Gómez.

La decisión estará en manos de los diputados, requiriéndose de mayoría absoluta, es decir las dos terceras partes de los legisladores que integran la legislatura, lo que equivale a cuando menos 27 votos.
Pero, insisto: no basta la designación del Fiscal General. Quedará aun mucho que hacer.

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