Cuidado con el México bronco…!
No despertemos al México bronco. Jesús Reyes Heroles 1978
Los asesores del Presidente Peña Nieto siguen sin querer entender los mensajes que a diario y cada vez de mayor número de puntos del país le está enviando la ciudadanía, manteniéndolo fuera del México real, del mundo real.
Por ello, muy acertadamente el periodista Carlos Marín recordó en su artículo del martes pasado una parte muy importante y admonitiva de un discurso pronunciado en 1978 por don Jesús Reyes Heroles, por ese entonces Secretario de Gobernación con el Presidente José López Portillo:
“Nuestra disyuntiva es clara: no podemos, lisa y llanamente, mantenernos en la democracia que tenemos; o avanzamos en ésta, perfeccionándola, o retrocedemos. Pensemos precavida o precautoriamente que el México bronco, violento, mal llamado bárbaro, no está en el sepulcro; únicamente duerme. No lo despertemos, unos creyendo que la insensatez es el camino; otros aferrados a rancias prácticas. No rehuyamos la responsabilidad quienes formamos parte del Ejecutivo federal –exclusivamente por confianza del presidente, entiéndase–; nos toca demostrar con hechos que México seguirá progresando dentro de los cauces de una revolución en evolución revolucionaria. Atengámonos a esta expectativa real y promisoria”.
Ese México bronco, violento, mal llamado bárbaro ya casi no está en el sepulcro, lo están despertando.
Ahí, en esas manifestaciones donde se concentra por ahora el coraje, la ira popular, está ese México bronco que está despertando.
De las marchas surgen gritos de rabia que atrás de la condena al “gasolinazo” y sus consecuencias de alza generalizada está el siguiente nivel: la ira desatada que se convierte en violencia.
Ya se ha visto en varias ciudades y se ha visto como en algunos casos hay vivales, delincuentes que se aprovechan de la masa popular para saquear establecimientos comerciales y provocar daños a propiedades privadas.
Las manifestaciones de indignación también son aprovechadas por grupos políticos que, mas allá de la indignación por los efectos del “gasolinazo”, buscan sacar provecho político partidista.
Y mientras eso sucede en lugar de adoptar y poner en práctica medidas que realmente contribuyan a paliar el problema, llevan los asesores al Presidente a otra desbarrada al anunciar un “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”, que fue elaborado totalmente en la Presidencia de la República sin tomar opiniones de los sectores a los que busca involucrar, y que no es sino una lista de medidas con gran contenido de demagogia.
Busca el documento comprometer en las acciones a los sectores empresarial y social, lo que aceptaron el Consejo Coordinador Empresarial y el “representante del sector obrero” mas no la Coparmex que lo rechazó y unas horas después hizo pública su propuesta: “El Acuerdo que México necesita”, que viene a ser un plan alterno al Acuerdo federal.
Cita el documento de la Presidencia que las organizaciones empresariales, sindicales, y de productores del campo y el Gobierno de la República realizarán las acciones necesarias a efecto de evitar que se observe un incremento injustificado en los precios de los productos de la canasta básica y establece que el sector empresarial a través de sus organizaciones asume el compromiso de coadyuvar a que no se incurra en un incremento indiscriminado de precios de bienes y servicios, evitando repercusiones injustificadas o fenómenos de especulación, particularmente en el caso de los productos que forman parte de la canasta básica.
Habla también de impulsar las acciones que permitan mantener la estabilidad de los precios de la canasta básica, así como vigilar y sancionar cualquier abuso en los términos de ley.
Pero, como todo México sabe, menos en el primer círculo de gobierno que, repito, vive en otro mundo, los incrementos indiscriminados de los precios comenzaron a darse desde el primer día del “gasolinazo” y no hay visos de intentos por sancionar los excesos que se cometen.
Aunque, hay que reconocer que muchos de los aumentos de precios son justificados, producto del impacto del ya famoso “gasolinazo” en sus costos.
En cambio el Acuerdo que México necesita anunciado por la Coparmex, que es un plan alterno al Acuerdo federal, plantea la necesidad de un Acuerdo, sí, pero no por objetivos políticos, sino uno que beneficie a todos los sectores, y a las empresas.
Señala que se requiere uno que realmente toque la realidad del país, de la clase media y de los trabajadores.
Entre las propuestas está aprovechar los excedentes de los impuestos para mitigar los efectos del alza al precio de los combustibles; bajar un peso a la gasolina y, además, eliminar 37 programas sociales que se duplican en el país.
El Presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos señala que el Acuerdo que México necesita, sólo puede surgir de la sociedad.
Muy claro, que se escuchen y plasmen las propuestas de la sociedad que es la que vive y sufre las consecuencias de las descabelladas decisiones del gobierno federal.
Que lo entiendan, como lo señala Carlos Marín en su artículo titulado “Despertaron al México furioso; el que hace revoluciones”: “El problema con los ajustes en los precios de las gasolinas y sus efectos sociales y delincuenciales no radica en la justificación técnica de teoría económica, sino en la falta de sensibilidad para prever complicaciones sociales y políticas”.
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