EL RÉGIMEN VIOLENTO QUE SE ASOMA

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Una vez alguien preguntó antes de iniciar un duelo: ¿Peleamos como caballeros o como lo que somos?.

En una contienda uno demuestra lo que es por la forma en cómo gana y con qué recursos consigue esa victoria, haciendo gala principalmente de lo que tiene para ganar y es a lo que le apuesta.

Muchas veces nos dejamos llevar por la frase que dice: “en la guerra y en el amor, todo se vale”. Ciertamente hay que hacer uso de todo para ganar, de los medios que estén al alcance, de las estrategias, de la imagen pública, etcétera; pero hay que tomar en cuenta que hay luchas o contiendas que se rigen por reglas escritas y algunas reglas no escritas, las cuales forman parte de un código de ética.

Si vemos una pelea de box y el vencedor ganó usando golpes bajos, o si todos los rounds se la pasó abrazando al rival le podrán dar el gane los jueces, pero ¿es el campeón de la afición? ¿Gana con los aplausos del público?. De nada le servirá el cinturón de campeón sin quedar en la mente de la afición como el mejor.

De la misma manera podemos ver lo que actualmente está pasando y los hechos violentos que se han registrado.

La contienda electoral en nuestro estado se ha visto manchada por acciones que la pueden catalogar como violenta: robo de una camioneta de un partido por parte de un comando armado, asaltos a oficinas de un partido, balear la casa y camioneta de un candidato, intervención de llamadas… y lo que falte.

Estas acciones nos pueden llevar a pensar en lo siguiente: ¿Qué régimen nos espera?, ¿Qué régimen violento se está gestando?.

Ésta es la lectura que podemos hacer tras esos hechos ocurridos y temer por el futuro, por que si así se gana, así se querrán mantener. Lamentablemente uno de los problemas sociales que vivimos los sinaloenses es la violencia, y la estamos viendo en tiempos de campaña.

Esta violencia no encuentra su causa en el desempleo, ni en adicciones, quizás sí en la falta de valores.

La elección del ciudadano debe ser por quien traiga mejor propuesta y plan de trabajo, no por quien tenga más facilidad de aniquilar a sus oponentes.

Javier E. Zepeda Osuna.

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