CUBRIR IMPUESTOS Y RENDIR CUENTAS

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En los últimos días el mundo convulsionó con la revelación de los Panamá Papers y con esto resurge el tema sobre la transparencia, la cual no debe ser una característica sino una obligación cívica y de buenas relaciones.

Respecto al tema de la transparencia se golpeó duramente en estos días a miles de jóvenes. Fue un golpe anímico, moral y desalentador.

El 5 de abril, en vísperas al Día Internacional del Deporte, la CONDDE (Comisión Nacional de Cultura Física de la Educación), emitió un comunicado oficial en su página web, en el cual anunciaba la cancelación de la Universiada Nacional 2016 y de sus etapas regionales. Explicaba el comunicado que los motivos eran el no haber sido posible suscribir un convenio de apoyo financiero con la CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y del Deporte) y que dicha suspensión se mantendrá hasta que se cuente con el presupuesto necesario. O. como dicen otras voces (hablando precisamente de la transparencia), hasta que se justifiquen los gastos del apoyo federal que recibe la CONADE por parte de la CONADE para la realización de estos eventos.

Los comentarios en las redes sociales por parte de los atletas universitarios no tardaron en aparecer, en los cuales se ve el malestar provocado por la impotencia y por la frustración de sus sueños.

¿Qué tipo de jóvenes son los afectados en estos casos? Jóvenes entre diecisiete y veintisiete años, que estudian una carrera universitaria y algunos además trabajan. Ellos y ellas entrenan un deporte a nivel de “alto rendimiento”, se esfuerzan por conservar sus becas, por alcanzar el peso requerido en sus categorías. Son jóvenes que en raras ocasiones se les ve en fiestas. Son de los que se duermen temprano porque tienen que madrugar para entrenar; que cuando faltan los recursos sus familiares hacen el esfuerzo para completar sus viáticos, y sobre todo, son plataforma para los equipos olímpicos.

A estos jóvenes, después de haber superado algunas etapas selectivas se les dice que no llegarán a su meta, ¿No sentirán ellos que no vale la pena ser el tipo de juventud mexicana que representan, ya que no merece apoyo por parte de las autoridades?.

En el año pasado, la UAS consiguió un honroso cuarto lugar entre trescientas veintitrés universidades y una medalla de oro en la Universiada Mundial del 2011.

Afortunadamente se anunció que sí habrá apoyo y cambiará de sede. Pero ese hueco de dos días generó desconfianza y reafirmó la de falta de transparencia en muchos sectores, afectando a una de las tareas más nobles: la educación de las personas.

Javier E. Zepeda Osuna

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