Al perecer el “Ciudadano” que tiene la osadía de compararse con el General Rafael Buelna, no esta nada contento con el exitoso golpe turístico (Los Girasoles) que acertó la administración municipal de “Memo” Galindo con el apoyo del Secretario de Turismo en Sinaloa, Oscar Pérez Barros.
Lo irónico de todo esto es que Enriquito Pérez Rubio además de tener un restaurante que seguramente vendió mucho gracias a los girasoles, pues también es el presidente del Comité Municipal de Pueblo Mágico, quien se supone debería ser uno de los más contentos en Mocorito, pero sus acciones demuestran todo lo contrario.
Dicen que hay un par de razones. Una de ellas es su eterna molestia y lucha contra las personas que venden en la plazuela. La otra razón, le resulta más dolorosa y le pega directo en su ego, ya que Pérez Rubio vio realizado su gran sueño de ver el potencial turístico que tiene Mocorito, pero… no fue gracias a él, sino que el pueblo le achaca semejante milagrito y con muy validas razones al joven Jessy Martinez Sauceda, el nuevo Director de Turismo Municipal, licenciado en turismo y con experiencia en esa área al laborar en la Dirección de Turismo de Culiacán en 2009. Credenciales que contrastan enormemente con las de Pérez Rubio quien no da una en ningún cargo público y deja mucho que desear, especialmente cuando fue director de turismo en Mocorito, logrando únicamente causar conflictos en Viernes de Plaza, desorientado confundiendo a turismo con obras públicas, sin saber que hacer y hoy todavía confundido exigiendo cosas al área de turismo que le corresponden a otras instituciones. Una clara señal que aún no sabe de que se trata el turismo.
Lo verdaderamente preocupante es el Comité de Pueblo Mágico, partiendo de ahí resulta difícil creer, cómo llegó a ser presidente del comité, siendo una persona que a criterio de muchos mocoritenses es considerado como un freno para el turismo, ahí están de prueba los participantes del Viernes de Plaza y algunos restauranteros que no nos dejaran mentir.
Con antecedentes desde años atrás, adjudicándose increíblemente el distintivo de Pueblo Mágico, una falta de respeto para quienes trabajaron haciendo “talacha” administrativa y se “quemaron las pestañas” como los ex directores de turismo, Juan Carlos González y Trinita Lara, asimismo muchos mocoritenses que pusieron su granito de arena. Ahora en el 2019, Pérez Rubio volvió a “deschavetarse” y se adjudicó el boom de los Girasoles, algo que el pueblo tomó con mucho humor, y en lugar de crear polémica causó risas, tristemente respaldado por clásica tía que todos tenemos en facebook, echándoos mentiras piadosas para animarnos. Lo justo es que alguien le hubiera dicho que un campo de girasoles no se hace sentado, rascándose el ombligo desde una pizzería y que no es la misma ir a la Ley a comprar espagueti, que ir a negociar con las Agencias de Viajes, touroperadores, promocionar un campo de girasoles en las ciudades.
Los mismos comerciantes atestiguan, que desde noviembre anduvieron muy activos los jóvenes Enrique Flores Sepulveda, Director de Desarrollo Agropecuario y Jessy Martinez, con mucha voluntad, consiguieron tractores prestados con amigos y hasta se les vio a ellos mismos manejarlos. Posteriormente la Dirección de Turismo desde diciembre comenzó la campaña de promoción y trabajo con las Agencias de Viajes no solo de Sinaloa sino de otros estados. Algo que Enrique Pérez Rubio jamás hubiera hecho, ni ensuciarse en un campo agrícola para cultivar, ni mucho menos negociar con empresarios del ramo turístico para traer gente a Mocorito. Y para rematar, ni la idea fue de Enriquito Pérez, sino que ese mérito es indudablemente para el popular “Cuate Calandria” (el primer agricultor de girasoles en Mocorito en 2017), lo único que hizo Pérez Rubio fue subir fotos a las redes sociales como miles de personas y ofrecer un plato gratis a la foto más bonita como lo hicieron otros restauranteros, tal cual hoy en 2019.
Volviendo a lo delicado del asunto. Resulta que tras el éxito turístico de Mocorito, hubo muchísimos ciudadanos beneficiados, la derrama económica de los girasoles fue millonaria, según ha declarado Jessy Martinez en prensa. Se rompió un récord que superó por mucho lo que se había hecho en materia de turismo en Mocorito. Miles y miles de personas abarrotaron las carreteras para llegar hasta el Pueblo Mágico, los restauranteros no se dieron abasto, los comerciantes vendían todo, y la cereza del pastel fue otra estrategia que implementaron para beneficiar a los ciudadanos, al extender el Viernes de Plaza a sábados y domingos, logrando con ello satisfacer la demanda de alimentos para turistas y extender la derrama económica a más familias. Siendo ese, el otro motivo del disgusto de Enrique Pérez Rubio y dos de sus fieles cómplices, quienes consideran competencia desleal a cada persona que participó en los programas tipo expo ventas que implementó el gobierno en la plazuela municipal con la intención de incentivar a emprendedores, ayudar a los restauranteros, comerciantes, promover artesanos y músicos, el cual denominan como “Viernes de Plaza” (otro éxito turístico), en el que ellos no quieren participar. A raíz de eso, Pérez Rubio y sus amigos comenzaron a grillar nuevamente, sentenciando que van a moverse, supuestamente para que les apliquen la ley y no permitir a nadie sin registro en hacienda. Dejando en claro con eso, que a él no le importa la demanda turística, ni como presidente de comité de pueblo mágico, ni como empresario, ya que los restaurantes no se daban abasto, por lo que al parecer, Pérez Rubio prefiere que los turistas no coman, a que coman en la plazuela. Manera de pensar que contrasta mucho con su comportamiento, ya que respeta las leyes cuando le conviene, porque habría que pedirle el permiso de construcción de supuesto hotel, y caos vial que está provocando desde hace meses al obstruir la vía pública en pleno centro histórico. Así como exige, las autoridades deberían exigirle a la brevedad posible el permiso o multarlo para darle una cucharada de su propio chocolate, o mejor aún una inspección de seguro y prestaciones laborales a los trabajadores de su restaurante.
Finalmente, Enriquito Pérez Rubio debería preguntarse si realmente es ilegal el programa cultural de la plazuela, el impacto turístico y lo más importante, sí realmente debería ser presidente del Comité Municipal de Pueblo Mágico. Porque no parece importarle tanto el turismo sino solamente acarrear agua para su molino, no le parece nada y hasta criticó que los girasoles no eran de la calidad del 2017. Un comité municipal debe trabajar por los intereses de todo un pueblo y no de un grupo. Además sin dejar de mencionar diversas inconformidades de integrantes y ex integrantes de dicho comité. Pero esa, será otra historia que merece ser tratada aparte, partiendo que se sabe de la expulsión de miembros por irregularidades que también el cometió al ingresar a ICATSIN, su despido y muchas cosas más que ya veremos si merecen ser contadas.
PD. Sí el C. Buelna viviera…ya hubiese mandado al paredón al otro ciudadano.