Sonará la hora del sur…?
El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas.
William George Ward
Al momento de escribir estas líneas el Presidente Andrés Manuel López Obrador iniciaba su primera gira oficial por Sinaloa, por allá en el extremo sur, Rosario y Escuinapa, la región sinaloense que por muchos años ha esperado que finalmente llegue su hora.
La hora del sur, aquella promesa que con el arribo de don Antonio Toledo Corro a la gubernatura fue el slogan, la promesa, el compromiso que lamentablemente no pasó de ahí.
Tradicionalmente relegado el sur de Sinaloa del desarrollo que ha tenido la economía del norte y centro gracias a la construcción de las presas y apertura de los distritos de riego que trajeron la bonanza de la agricultura.
El sur del Estado ha estado marginado, con excepción de Mazatlán que ha tenido tiempos de bonanza con la pesca, hoy en lamentables condiciones, y el turismo que en los últimos años ha venido creciendo convirtiéndose en el principal factor de la economía de la llamada perla del Pacífico.
Mazatlán es uno de los principales destinos turísticos de México y también de los principales puertos del Pacífico mexicano.
Pero tiene potencial para mucho más.
Requiere la ampliación de la zona portuaria, incluido el canal de navegación.
Requiere de mayor y mejor promoción que atraiga a mas turistas.
Requiere de inversiones, las que, afortunadamente están llegando con la apertura de nuevos hoteles, en lo que la administración de Quirino Ordaz Coppel ha trabajado fuertemente.
Precisamente el Gobernador acaba de regresar de España donde asistió a la Feria Internacional de Turismo y ahí estableció contacto con importantes inversionistas que se comprometieron traer más capitales al puerto sinaloense.
Mas infraestructura turística pues.
Pero el sur de Sinaloa no es solo Mazatlán.
Hay proyectos que no avanzan y que vendrían a ser el detonador de la economía de ese sur sinaloense.
La presa Santa María, proyectada para irrigar 50,000 hectáreas además de abastecer de agua potable al mismo Mazatlán, así como zonas de Escuinapa que sufren escasez del vital elemento y también al proyectado centro turístico llamado indebidamente Playa Espíritu marginando el nombre de Teacapán.
Este centro turístico también es importante para el futuro económico de esa región. Sería un complemento de Mazatlán porque en su entorno tiene extraordinarios atractivos naturales en su flora y fauna.
Son dos obras vitales para el desarrollo económico del sur de Sinaloa, que, lamentablemente, tienen años como proyecto con obras iniciadas pero sin el empuje suficiente para materializarlo.
La presa Santa María tiene décadas esperada, anhelada por los habitantes de todo el sur.
El centro turístico de Teacapán con menos tiempo que la presa pero es otro detonador importantísimo para el desarrollo de aquella región, rica en recursos naturales que esperan el momento de su despegue.
Hay otros proyectos que son como un sueño para el sur de Sinaloa, especialmente Mazatlán, como lo es el tren a Durango, algo que en lo personal vemos como muy difícil de concretar cuando tenemos aquí las otras dos prioridades antes mencionadas.
En su visita al sur de Sinaloa López Obrador conocerá en detalle estos proyectos, su situación actual y los beneficios que traerá su terminación.
Ojalá que esta visita del Presidente traiga no solo el compromiso verbal, sino la decisión de López Obrador para abrazar estos proyectos y así hacer que, ahora si, ¡suene la hora del sur!