El Día de los Santos Difuntos será el inicio de los gobiernos en los 18 municipios de Sinaloa y su primera tarea será recorrer los panteones para brindar seguridad y economía a los ciudadanos que los eligieron.
La tarea que se les viene a los nuevos alcaldes ya no son parte de la campaña política, sino de ejercicio de gobierno siempre complejo, siempre difícil y siempre a prueba.
Es complejo porque a los ciudadanos no les motivará que reduzcan su sueldo. El trabajo tiene que ser bien remunerado para quien desarrolla grandes responsabilidades en materia de gobernabilidad.
Si a los “Ciudadanos Honestos de Culiacán” les empieza a escasear el agua, los apagones siguen y los asaltos y robos son el pan de cada día, vivirán y sufrirán la ingobernabilidad.
El populismo de recorrer colonias y hacer diagnósticos puntuales de la realidad, será muy bueno cuando se apliquen presupuestos para crear mejores niveles de vida.
Si la política de extender la mano a la federación para repartir créditos bajitos para empresas chicas sigue en Sinaloa y no se estimula a los empresarios para que paguen mejores sueldos y exista mayor derrama económica, la economía no mejorará.
En Sinaloa, cada tres y seis años, vivimos inicios de gobierno con manifestaciones sociales por la competición de grupos políticos. El diálogo deberá ser con todos.
Pero el diálogo prometido en la campaña de Morena, que ganó la mayor parte de los espacios, deberá sustentarse en una plataforma de leyes y acuerdos muy socializada. Eso llevará tiempo.
Estamos hablando del tema del perdón para quienes se dedican (por cuestiones de arraigo y cultura) a la siembra, producción y trasiego de drogas y que pueden reinsertarse en la sociedad.
¿Y mientras tanto?
¿Podrán seguir con sus negocios y con sus redes conocidas en materia de gobierno en todos los niveles?
Y la pregunta de los 64 mil: ¿Ocupan esos grupos de las autoridades menores para mantener su poder y negocios que ya acreditaron que son casos de éxito financiero?
La tarea no es fácil. Se necesitará diálogo, diálogos y más diálogo; para no decir lo que el innombrable: Política, política y más política.
Y apoyo, apoyo y más apoyo ciudadano.