Diálogo Deportivo Edición No. 1728

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UTB Y SU ÉPOCA DORADA.

En Culiacán, hubo un equipo del Unión Tierra Blanca, que hizo época con figuras como Félix Torres, Sergio Rubio, Heliodoro García, entre otros.

Muchos extrañan los campos de Las Bombas donde se desarrollaban los juegos sábados y domingos y también en El Princess que después se le impuso el nombre de Carlos González y González. También jugaron en el Estadio Universitario.

Hubo muchos silbantes principales pero se recuerda con agrado al padre Fernando Figueroa. Quien su gigante figura se hacía respetar. Era justo con los dos equipos en la cancha.

Unión Tierra Blanca pasará a la historia como uno de los equipos ganadores y campeones, al igual que la UAS , Costa Rica F.C  y otros que tenían en sus filas a fabulosos jugadores como Benjamín Fárber,Fernando Flores,José Luis Bracamontes, apodado como Ardilla, Alfonso Rubio que pasó con Correcaminos y luego con Las Chivas del Guadalajara, Eduardo “Pájaro” Urrea, portero de calidad, Antonio Briseño, delantero con puntería, Trini Altamirano, Enrique Nava, Manuel “Mey”´Macías, que perforaban las redes contrarias.

Rafael Guerra Miguel, Miguel Dimópulos, Rafael Borbón, Jorge del Rincón Bernal, cubrieron las épocas de los inicios de la máxima categoría del futbol culiacanense.

Es una lista muy extensa donde se incluye a Tulio Medina hombre del tupé que parecía actor de televisa, Alberto Dávila, Antonio Velázquez, Carlos Velázquez, que llegaron de otras ciudades del sur del país para quedarse a laborar y casarse aquí.

Ellos les abrieron camino a tipos como Francisco Jared Borguetti, Toni Briseño, Alfonso Rubio, Héctor Moreno, Guti Estrada, Carlos y Fausto Pinto, entre otros nacidos en el municipio de Culiacán, como  Alberto Medina, apodado El Venado y su primo A Briseño.

 Ya habrá tiempo de entrar al túnel de los recuerdos y mencionar a otras figuras del añorado futbol de Culiacán y otros municipios.

ALTUVE Y CORREA LUCEN CON ASTROS DE HOUSTON.

Algunos aseguran que Los Astros de Houston lucen como aspirantes al bicampeonato en la Gran Carpa de Béisbol.

Tenemos nuestras dudas, pese a contar con un buen staff de lanzadores parece que fallan a la hora oportuna.

Quienes siguen luciendo con el equipo son: José Altuve y Carlos Correa quienes riegan batazos por todos los rincones de estadios que pisan sus actuaciones con Astros.

Su “alteza” Altuve con el bat es indiscutible lo que le falta de estatura le sobra de poder en las muñecas que le hacen disparar sus bambinazos espectaculares.

Altuve tiene sus fans que lo adoran y las ventas de su figura en souvenirs han aumentado.

 Es un tipo noble y agradable. Nunca alega con los umpires..

Al igual que Altuve Carlos Correa hace lo propio se dedica a batear y fildear, firmar autógrafos e ir a hospitales a visitar enfermos de todas las edades. Giras promocionales y trabajo en medios de comunicación y redes sociales.

Dos figuras actuales del béisbol que los niños y niñas idolatran. Y a los babys no se les debe fallar en ningún aspecto.

PETE ROSE “EL GRANDIOSO TRAMPOSO”

Los aficionados de Rojos de Cincinnati que pasan de los 45 años lo recuerdan. Miles desean ingrese al Salón de la Fama de Béisbol de las Grandes Ligas y otros tantos nunca le perdonarán haya participado supuestamente en apuestas en contra de su propio equipo.

Una sanción de por vida, que ya fue revocada, le puede permitir en un futuro no muy lejano ingresar al Salón de la Fama.

Uno de los mejores receptores de todos los tiempos, que bateó para 303 de promedio y conectó 160 cuadrangulares e impulsó 1314 carreras.

Por sus conocimientos del equipo contrario apostó a favor o en contra, según se presentaba el caso.

Eso arruinó su carrera y hasta el momento no se le toma en cuenta para el Hall de la fama.

En esta vida las acciones se pagan, y caro.

Pete Rose, alto y rubio fue la imagen ejemplar en los años 70s del béisbol de las Ligas Mayores.

Pete Rose “El Grandioso Tramposo” ya en su edad de anciano quizás pueda ser perdonado, pero el comisionado anterior y el actual lo han meditado a fondo.

La ambición derrumbó una carrera impresionante.

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