Solidaridad…!
La solidaridad pesa más que las ideologías. Muchas personas creen que se trata de un tipo de emoción, y es verdad, pero también tiene que ver con la inteligencia. Henning Mankell
Cuando no nos reponíamos de la sorpresa y tristeza provocadas por el terremoto de 8.2 grados en el Golfo de Tehuantepec frente a las costas de Chiapas y Oaxaca el pasado 7 de septiembre, el martes 19, fecha trágica, otro fuerte sismo, este de 7.1 grados, sacude a la ciudad de México
Fecha fatídica este 19 se septiembre, cuando se recordaba que 32 años atrás, el mismo día pero en 1985 un fuerte terremoto sembró muerte y destrucción en la ciudad capital de México.
El número exacto de muertos, heridos y daños materiales de aquel sismo del 85 nunca se conoció, aun cuando la cifra oficial estableció 3,192 se habló de que pudo haber llegado a los 20,000. Muchos cuerpos quedaron sin rescatar entre las toneladas de escombros que tuvieron que ser removidas con maquinaria pesada transcurridos varios días del siniestro.
A raíz de aquel sismo surgió el proyecto de protección civil en la ciudad de México, pero no se generalizó de inmediato en el resto del país.
En Sinaloa tuvo que llegar el huracán “Ismael” el 14 de septiembre de 1995 dejando un saldo de más de un centenar de muertos al sorprender a la flota camaronera en alta mar, para que se diera forma al programa de protección civil.
La naturaleza se ensaña con la humanidad y nos muestra su fuerza y su coraje con estas demostraciones fatídicas que se suman a las que provocan las ambiciones de los poderosos que provocan guerras.
Ante esos embates, de la naturaleza, surge ahora la fuerza humanitaria, la solidaridad de hombres y mujeres que se suman a las autoridades para ayudar a las víctimas.
Lo vimos el 85 durante aquel terrible sismo cuando la gente de la ciudad de México reaccionó después del susto y se lanzó a remover los escombros en busca de víctimas para rescatarlas.
Vimos como se sumaron las fuerzas de pobres y ricos, artistas como el tenor Plácido Domingo que no solo ofreció conciertos para apoyar a las víctimas, sino que a las pocas horas del sismo participó en la remoción de escombros en busca de víctimas sepultadas.
Un ejemplo plena de solidaridad.
Hoy nuevamente son momentos de luto para México.
No hay cifras definitivas aún de víctimas. De este sismo del martes iban contadas 225 al momento de escribir estas líneas.
Pero debe haber más, muchas más, al igual que en Chiapas, Oaxaca y otras entidades afectadas por los terremotos de septiembre.
Son varios centenares.
Hoy, son momentos de luto y de solidaridad.
Aquí, en estos momentos, es cuando debe de manifestarse plenamente la solidaridad de todos los mexicanos para con nuestros hermanos víctimas de estos embates de la naturaleza.
No son momentos de odios ni rencores.
No son momentos de disputas por el poder.
No son momentos para criticar con razón o sin razón.
Son momentos de unión, de hermandad, de solidaridad para con nuestros compatriotas que hoy viven angustiados, unos por la incertidumbre de la suerte que han corrido seres queridos, otros por la pérdida de familiares y amigos, otros por las lesiones que sufrieron y otros, muchos más, por haber perdido sus patrimonios.
Dejemos pues de lado las disputas políticas y de todo tipo y pensemos en aquellos que hoy nos necesitan más que nunca.
Recordemos que no estamos a salvo de una tragedia.
Vivimos en zonas no solo a merced de los ciclones sino también de los sismos.
Ya nos han sacudido también, aunque en menor magnitud.
Pero mañana… quien sabe.
Seamos humanos, solidarios… que quizá mañana seamos nosotros los que la necesitemos.
SON MOMENTOS DE SOLIDARIDAD.