En estos días Sinaloa se encuentra de luto debido al deceso de trece bebés nacidos en IMSS. Esta ha sido una noticia muy sonada y comentada en todos los medios. Al momento de buscar el por qué suman ya trece los bebés muertos la responsabilidad recae en Klebsiella pneumoniae, la cual es una bacteria que provocó la muertes de estos pequeños y el dolor irreparable de sus padres.
Esta bacteria carece del amparo y cobijo de un sindicato que vele por sus derechos y garantías como agremiada; por lo cual todos los dedos apuntan hacia ella.
Es increíble pensar que con la burocracia y control que identifica a dicha institución, en cuyas manos está la seguridad social de millones de mexicanos, no se pueda encontrar aún quiénes son los responsables.
Comentaba uno de los padres de familia al pedir el informe médico que no quería que lo maquillaran. ¿Será esto posible?
La pregunta que nos viene en mente es qué tanto tiempo se requiere para encontrar responsables y hasta qué punto el sindicalismo puede proteger de responsabilidades de tal magnitud y por tanto que se den a conocer los responsables.
¿O será acaso esto un hecho que se suma a otros más en distintos ámbitos de la vida de nuestro país en los cuales la solución está en dejarlo más al “tiempo que lo borra todo”?
El tiempo no ha borrado el caso de la guardería ABC de Hermosillo Sonora, que provocó el viraje de las votaciones hace seis años por indignación ciudadana.
Esperemos que el presidente Enrique Peña Nieto, al igual que se reunió con los padres de familia de los desaparecidos y muertos de Ayotzinapa, se pueda condoler de los padres del IMSS en Culiacán y abra un proceso de investigación sería que castigue a los responsables.
Con amor y dolor ¡Estamos a tiempo!
Javier E. Zepeda Osuna.