A unas horas previas a la jornada electoral, que produjo resultados históricos y jaló los análisis de los pensadores , el rector Juan Eulogio Guerra presentó, en su segundo informe de gobierno, una gran noticia: La Universidad Autónoma de Sinaloa es la Tercera Universidad más importante a nivel nacional.
En este lugar la coloca la Asociación de Universidades Públicas, luego de someter a la UAS a una serie de evaluaciones, de una serie de indicativos, y decidir colegiadamente la calificación.
La noticia fue muy celebrada en el recinto a donde acudieron representantes de la vida política y social de Sinaloa, encabezadas por el gobernador Mario López Valdez, que la aplaudió con entusiasmo por el gran significado que resulta para esta región, en pleno impulso económico y en la antesala de un desarrollo de impacto nacional y estatal.
Todos los agentes que participen en lo mejor por venir podrán incluir, con plena confianza, a profesionistas con un titulo de la UAS, para el goce de las familias que cuentan con sus hijos en las aulas de la alma mater.
Modesto Aguilar, pensador universitario y editorialista nos dice:
¿Cuál es el significado de que la UAS esté posicionada en un tercer lugar nacional?
Automática e inconscientemente, me remonto a la Universidad de los años setentas y ochentas. La universidad de esos tiempos era una institución desdibujada, por decir lo menos. Tenía huelgas recurrentes de trabajadores. El calendario escolar era muy elástico, predominaba un ambiente de rivalidad entre grupos y la percepción social era negativa.
A la luz de este recuento breve de pesares es gratificante observar un caso de éxito.
La consolidación de la UAS es ya irreversible.
Tiene una aprobación nacional que se reflejan en una calificación alta de sus indicadores académicos y administrativos. Llegar aquí ha significado un gran esfuerzo de autoridades y comunidad universitaria. Pero el compromiso que ello implica no es menor, por eso el rector, durante la rendición de su segundo informe de labores, llamó a todos los integrantes de la institución a redoblar esfuerzos.
Conservar el sitio privilegiado al que se ha llegado implicará superar nuevas pruebas y una comunidad universitaria comprometida, apunta Aguilar.
Para bien de nuestros hijos y los jóvenes por venir Que así sea y Sursum Versus.