Según la Real Academia de la Lengua, el “nepotismo” es la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos.
Las formas en las cuales se presenta esta práctica son de diversa forma y en varios ámbitos, pero en esencia llevan como común denominador el que la autoridad designe para un puesto, dependencia, dirección, trabajo o cargo a un familiar, amigo o allegado.
La persona beneficiada o “apadrinada” si queremos llamarle así, accede a un empleo o plaza por el solo hecho de ser pariente, amigo o un allegado que ha mostrado lealtad a la persona e intereses de quien lo apadrinó designándole el espacio laboral. Esto es un acto de corrupción.
Se lanzan las siguientes preguntas: ¿Es justo esto?, ¿Es lo idóneo para el bien común? Definitivamente la sociedad o el grupo que tenga relación con esta designación querrá saber y -con todo derecho-, si tal persona es la ideal para esas funciones; y en caso que no sea la mejor, que como mínimo tengan la formación, la preparación y la trayectoria que respalde tal designación.
De acuerdo a lo anterior, ¿cómo sería la mejor forma de seleccionar a las personas adecuadas para ciertas funciones?. El análisis de su trayectoria, la cual viene plasmada en su currículum vitae; evaluaciones psicométricas, evaluaciones de conocimientos requeridos para la función a la que se aspira y en algunos casos se requiere la trayectoria moral del aspirante. Esto es lo normal cuando se solicita empleo en una empresa o institución en donde el número de candidatos rebasa al número de las vacantes.
Este proceso de selección garantiza por un lado, la idoneidad de la persona que cumplirá con las funciones, además se tendrá la garantía de que es el aspirante adecuado ya que destacó de entre sus colegas.
Por otro lado es lo justo para todos los solicitantes, ya que el mejor preparado y el que más se esforzó es el que se queda con el premio.
Ya que hablamos de este tema, ¿cómo saber en México si los responsables de la educación pública en sus distintos niveles educativos son los idóneos, los mejor preparados, los más actualizados y los de mayor congruencia cívica?.
Lamentablemente, las evaluaciones que han suspendido eran la garantía de la que hacíamos mención y eran una manifestación de igualdad de oportunidades.
¡Por lo pronto ya no!
Javier E. Zepeda Osuna.
Coordinador de Licenciaturas Ejecutivas Universidad de San Miguel