Carácter Político Edición No. 1799

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TIEMPO DE AMARRES

En el juego de la política el que tenga canicas puede jugar, y el que tenga más, tiene más posibilidades de ganar.

Pensado así, el trabajo de ir engrosando la bolsita requiere de acuerdos previos, sin establecer todavía las alianzas. Es temprano para ello; pero, ahorita, es muy tarde para querer participar sin la debida preparación o trabajo de campo.

Esto viene a colación porque a diario salen encuestas sobre el proceso electoral del 2021, en las que se incluyen a personajes que ni siquiera tienen credencial de elector. Es decir, sin un partido registrado que los inscriba, o que los postule. El sistema permite candidatos independientes o ciudadanos; pero las condiciones actuales no les ven futuro.

Si atendemos estudios demoscópicos serios y si insistimos en que en materia de elecciones lo que cuentan son los votos, podemos un poco mirar a lontananza.

En la colaboración anterior observamos que: “Morena en Sinaloa ya tiene las encuestas previas. La intención de voto le favorece en un 40 por ciento. Pero no tiene al hombre que alcance tal beneficio.

Se menciona a Rubén Rocha como principal, aspirante. Pero, por ahora, no alcanza ni el 30 por ciento (el 25 por ciento coinciden muchas)  de la opinión ciudadana favorable”.

Rocha necesitará buscar quien representa votos reales, contables y palpables. Lógicamente no pensará en el  PRI.

La intención de su líder Andrés Manuel López Obrador, es buscar, paso a pasito, la extinción del tricolor, que se aferra a una mínima posibilidad, pero posibilidad al fin, de ganar en Sinaloa la gubernatura.

Pero ello sería posible si el gobernador Quirino Ordaz se anima a jugarla y, a querer o no, también él necesita juntar más canicas.

Todos los caminos para sumar fuerzas llevan al Partido Sinaloense. El trabajo diario del PAS, en materia política, es bien observado por sus posibles adversarios. Recibe, casi a diario, propuestas de alianza inmediata que su líder Héctor Melesio Cuén Ojeda no acepta todavía. Por ahora teje una buena red ciudadana, que se resume en ¡Alianzas no. Amarres, Si!

Se observa que si el senador Rocha conserva su porcentaje de aceptación que le conceden las columnas y logra un acuerdo de gobernabilidad con Héctor Melesio, entonces sí podría completar ese 40 por ciento y triunfar.

Se ve como una ruta obligada para Rocha. Es su última oportunidad para lograr esa meta, considerando el factor de su edad.

En el campo de Héctor Melesio, en entrevistas de radio narra que se sometió a una operación quirúrgica tan urgente como amplia y exitosa y afirma que: “Estoy y me siento completamente sano. Incluso, ya me subí otra vez a la bicicleta y me sentí bien. Fue un recorrido de 20 kilómetros a Topolobampo como parte de una gira por Ahome” nos dice.

En esa realidad de Rocha- Morena y Cuen-PAS, surge la necesidad de atraer, cada quien por su lado o juntos, los grupos que cuentan con los votos.

Hablando en plata: El sector magisterial que tiene un líder fuerte y un movimiento en ese campo es Daniel Amador. Las elecciones internas se acercan, pero como los dirigentes se eligen por delegaciones, y no por voto directo, no es difícil saber el próximo resultado.  Estamos hablando de los maestros estatales.

Por el lado de los federales están tan débiles políticamente que ni siquiera tienen un dirigente. Edén Inzunza es un delegado del Comité Ejecutivo Nacional, No es un líder moral ni real.

En la disidencia están los maestros de Redes Progresistas. Tampoco ahí hay un presidente de partido político. Todavía no es partido político. De acuerdo a las reglas no podría participar en el 2021 sin aprobación.

Gerardo Vargas, en su capital político cuenta con la coordinación de esa organización. Pero no es el presidente de la misma. Se la están peleando.

En la parte sindical hay un ejemplo a seguir: El Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado. Toda la vida vemos a los burócratas estatales en los eventos del PRI, en los que aseguran y juran que votarán por el candidato que postula el tricolor. Pero la historia refleja que no son fieles a esos colores.

Y menos ahora que la división es palpable en el mismo Ejecutivo Nacional. No hay unidad si observamos que ya alzaron la mano como precandidatos al STASE ,  el director de la Junta Administradora de Fondos Especiales, Jorge Omar Echagaray, como también Teresita de Jesús Ochoa Pérez, Secretaria de Escalafón y algunos delegados de centros de trabajo, UDO y  policía judicial, entre otros.

En unos días más se sabrá si el Secretario de Organización del mismo comité se decide a entrar. Si eso ocurre Gabriel Ballardo, actual dirigente del STASE perderá la fuerza que le prestó Quirino Ordaz el gobernador.

A eso agregue usted que Fernando Mascareño, quien se les coló a Morena y logró la diputación local ya trabaja con Armando Heráldez para vender ese paquete de votos al todavía partido del presidente.

Esos son los ejemplos que tomamos. Así que: A juntar canicas.

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