En Sinaloa podemos observar y constatar el gran espíritu de solidaridad y humanismo que tienen los mexicanos y que vive y revive en situaciones de sufrimiento y dolor de sus conciudadanos, como es el caso del terremoto más terrible en la historia de México y la presencia del Huracán Max y la tormenta tropical Norma.
Pareciera que los mexicanos están interesados más en la política porque los medios de comunicación magnifican la encuesta de los senadores del PRI por escoger un candidato presidencial. O se ponen atentos al Frente Ciudadano por México. Los medios locales, por su lado, destacan más la intención de reelegirse como alcalde de Culiacán de Jesús Valdés Palazuelos y poco orientan de la ubicación de los centros de acopio.
El acopio de artículos urgentes fueron instalados por instituciones y ciudadanos, en auxilio de 800 mil damnificados en Oaxaca y Chiapas, principalmente.
La respuesta ciudadana y el interés humano supera lo político: en un rápido recorrido constatamos como en instalaciones de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, en la Universidad de Occidente, en la Universidad Autónoma de Sinaloa (77 toneladas de víveres entregaron), en el Partido Sinaloense, en el Congreso del Estado, en la JAPAC y en los centros del DIF estatal van llegando las familias con los productos que les solicitaron.
Otros más, como es el caso de los seis diputados del PAS que juntaron sus quincenas y las depositaron en el banco autorizado, así como ciudadanos de todos los sectores destinaron parte de sus ahorros, nos van mostrando lo humanitarios que podemos ser.
Este sentimiento lo definió muy bien la presidenta en Sinaloa del DIF, Rosy Fuentes, al recibir aportaciones: “sabemos el gran trabajo de todos y lo importante que es el tener ese gran sentido humano y compartir el dolor, por más alejado que se encuentre en estos momentos”.
Y allá van los camiones con las ayudas y oraciones de los sinaloenses.