Semáforo.. ¿El gran engaño?

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TRANSICIÓN
Semáforo… ¿El gran engaño?
Oswaldo Villaseñor
Es evidente que el gobierno federal ya se desatendió de su responsabilidad de garantizar la salud de los mexicanos. Que muera el que tenga que morir pareciera ser su consigna.
Para el presidente López Obrador, la pandemia ya no existe, ya está domada. Así lo ha venido diciendo desde que empezó.
¿Los resultados al día de hoy? Se vive el peor momento en contagios y muertes. En al menos tres o cuatro días de la semana pasada, se tuvieron cifras de más de 7 mil contagios. Los muertos se siguen contando por centenas.
Ya van casi 340 mil contagios y casi 40 mil muertos oficiales. Los reales, se superan con mucho.
Hoy más que nunca la pandemia tiene rostro de un papá, mamá, hermano, sobrino, amigo, vecino etc. Ya no es un simple número que nos muestra Hugo López Gatell en la televisión.
La pandemia está desbordada y el gobierno ya no solo superado. Está agotado.
¿Pero porque en pleno pico de la pandemia y sin ninguna acción ya de contención o atención adicional para tratar de salvar vidas, el gobierno federal pinta como Picasso, -o sea para la chingada- y decide pintar el semáforo epidemiológico a su antojo y pareciera más con criterios políticos que científicos o de una realidad en salubridad.
Muy sencillo.
El gobierno federal ya se desatendió de la pandemia, ya está en campaña electoral para el 2021 y busca repartir culpas o encontrar culpables en otros lados. Está justo a tiempo para hacerlo.
Las muertes y los contagios ya no las puede detener.
Eso sí, no está dispuesto a asumir el costo de una masacre social a la cual sometió al pueblo mexicano, en su inmensa mayoría al pueblo pobre que es quien ha puesto los muertos.
1.-Desde que se implementó el famoso semáforo epidemiológico, lo primero que se dejó el claro es que el gobierno federal pateó el balón a la cancha de los gobernadores. Estos no se dejaron y hoy se han convertido en un problema para el gobierno federal.
2.-Donde si ya no se tiene “mother”, es en la estrategia de parte del gobierno federal y replicada por algunos gobernantes en los Estados y Municipios de encontrar al mayor culpable en la misma gente.
3.-El Gobierno de Yucatán, por poner un ejemplo, mandó instalar publicidad en los camiones del transporte público donde se observa una imagen de un paciente que es entubado por un médico. La leyenda que acompaña dicha imagen dice así. ¿Ya no aguantabas el encierro? ¡La irresponsabilidad mata! No hagas paseos o salidas innecesarias.
4.-En otro anuncio de publicidad, muestra a un paciente recibiendo oxígeno. La leyenda que lo acompaña dice así. ¿Tantas ganas tenías de ir a la playa? ¡ La irresponsabilidad mata!.
5.-En otro banner que circuló por redes sociales se muestra a un doctor en visión gigante, sentado, agotado, cabiscajo, pero su vista va a dar a un mercado o centro de abastos donde se observa a mucha gente. La leyenda que lo acompaña dice así. “De que sirve TODO EL esfuerzo, SI NO HAY conciencia”
Esos nomás por citar algunos. ¿Entonces la culpable de contagiarse y morir es la gente? Para el gobierno tal parece que así le conviene mostrarlo.
6.-¿Qué dice la realidad? Que desde que empezó la pandemia, el Gobierno Federal se negó a atender la emergencia, garantizar la salud del pueblo, e incluso reaccionó tarde con la entrega de los suministros a los hospitales y su personal médico, y cuando lo hizo, fue de mala calidad e insuficiente.
7.-Al día de hoy, lo que ve la gente a diario, es que el personal médico de hospitales públicos se sigue quejando por la falta de equipos de protección. No hay.
Que si se tiene la desgracia de ocupar un hospital público, hay que esperar tres o cuatro días en salas de urgencias en espera de que se desocupe una cama con respirador, -porque no todas las camas disponibles lo tienen- para poder recibir la atención adecuada. Para cuando se la dan, el paciente ya va sentenciado a muerte.
8.-Hay sido múltiples las agresiones contra médicos o enfermeras por parte de familiares del fallecido que los culpan de no atender al enfermo, cuando en realidad, el personal médico ha sido tan víctima de la frivolidad con la cual el gobierno federal o algunos estatales, han visto esta crisis sanitaria y dejaron solo a la gente para rascarse con sus propias uñas.
9.-Pero además, en los hospitales públicos no hay medicamentos y le piden a los familiares del enfermo que los consigan por su cuenta para poder suministrárselos.
Acudir a un hospital privado es un lujo que la mayoría de la gente no puede darse. La cuota de ingreso va desde los 200 mil a los 600 mil pesos como garantía para prestarles el servicio. La cuenta total se saca al final.
10.-Pero además, la gran mayoría de los infectados, decidió atenderse en casa, comprar sus propios medicamentos –los cuales escasean y subieron enormidad su precio- porque saben que no tiene caso asistir a un hospital público donde solo se puede agravar su situación y además, de todas maneras tendrán que comprar sus medicamentos.
11.-En pocas palabras, el gobierno federal en ningún momento dispuso de una estrategia universal de atención médica como se hizo en todos los países, donde el Estado se encargó de suministrar a toda la población de un kit con los medicamentos recomendados para ser ingeridos al primer síntoma y entonces si quedarse en casa.
12.-Tampoco el Gobierno Federal estableció la entrega de una renta económica universal a toda la población como se hizo en todos los países para que esta se quedara en casa como estrategia de contención de la pandemia. ¿Entonces que ha hecho el gobierno federal?
Contar y maquillar cifras de muertos y contagios y ahora evadir su responsabilidad culpando a la gente de ser la responsable de contagiarse y morir.
¿Y el semáforo? Gatell? Está como Picasso; Pinta para la chingada.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-¿Qué Sinaloa ya estará en color Naranja? ¡A jijos!. Si en términos reales ya está desde el pasado 23 de junio cuando regresó a su nueva “mortalidad”. ¿Importó estar en rojo? Parece que No.
Pero además, durante la última semana, los números de contagios y muertes han sido los peores. ¿Entonces como Gatell lo pintó de naranja? ¿Importó o importa el cambio de colores?. No.
En fin. Por eso se quejan los gobernadores con López Gatell de quien dicen pinta a los estados a como le da su gana.
Mientras, la gente sigue muriendo y él repartiendo culpas.
OTRO PASITO.-El ambiente político ya se empieza a calentar en los municipios también. No solo los supremos aspirantes a la gubernatura hacen su trabajo ya.
Quienes suspiran con una alcaldía o diputación local o federal también se mueven en medio de la pandemia. Saben que el tiempo avanza con coronavirus o sin él. Es el tiempo de construir sus proyectos. Después será demasiado tarde.
En Ahome, ya algunos portales empiezan a sondear de manera digital a través de sus páginas, a los supremos aspirantes.
Aquí ya no se ve mucho de donde cortar. Alvaro Ruelas, ex alcalde aparece en la terna como el mejor posicionado pero su destino pudiera estar en una diputación local a menos que se complique el escenario y lo manden a repetir.
El ex diputado Federal Berna Antelo, aparece como el enemigo a vencer. Es la carta del grupo político predominante en Ahome y con quien el Gobernador pudiera hacer alianza. Ya trae boleto en la mano.
El ex diputado local Marcos Osuna también busca la alcaldía y tiene su escenario de posibilidades. De ésta tercia debería salir el candidato a alcalde en un escenario normal.
A esta lista hay que sumar dos figuras más que pudieran entrar en otros escenarios. Domingo Vázquez como rostro nuevo, o bien, el empresario Jorge López Valencia en un escenario de una gran alianza partidista.
Pero de que los cinco estarán en la jugada, lo estarán. ¿A qué posición irá cada uno?
Los tiempos empiezan a correr.
¿Y por Morena quien pudiera ser el candidato?
Ya veremos otros municipios.
UN PASITO MAS.-La indignación social solo se contiene de dos maneras. Con resultados a sus demandas o con miedo.
Tal parece que el gobierno de López Obrador ya definió con que la va a contener y es que no tiene más que un camino. El Miedo social.
¿Por qué? En la siguiente lo explicamos.

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