Los Puntos Sobre las ÍES… Edición No. 1797

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De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos.              Santiago Rusiñol i Prats

El “informe oficial” sobre los sucesos del jueves negro en la capital sinaloense que presentó el Presidente Andrés Manuel López Obrador por conducto del Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo y el titular de la SEDENA Gral. Luis Cresencio Sandoval representa una cadena de verdades a medias y revela las graves contradicciones que hubo en las seis o mas versiones que presentaran tanto Durazo como el Primer Mandatario.

El Presidente adelantó dos días la presentación oficial en su mañanera de “su verdad” de los acontecimientos.

E insiste en que la decisión de liberar al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, fue para evitar una masacre.

Insiste también en que no quiere más muertos en enfrentamientos y que los sicarios del narco también son seres humanos y hay que respetar sus vidas.

Y sigue con la cantaleta que ya no se actúa “como antes…”.

El informe oficial señala que hubo 8 muertos y de ellos solo un civil, así como 19 heridos.

La realidad es que fueron tres civiles los muertos al ser atrapados en medio del fuego y hay referencias de por lo menos 21 heridos.

Se reconoce oficialmente que la operación fue para atender una orden de captura y extradición de Ovidio Guzmán, cuando el mentiroso Durazo dijo en un principio que fue “casual” la detención.

Se negó que Ovidio hubiese sido detenido cuando el video muestra como se entrega y pide por celular a su hermano que detengan los enfrentamientos, que ya se había entregado.

Sale a la luz pública que el Presidente fue informado de las acciones cuando estaba por salir a Oaxaca y pese a la situación abordó el avión comercial, estuvo incomunicado hora y media antes de recibir mas información, cuando su responsabilidad como Presidente indica que debió al menos quedarse en la ciudad de México y mantenerse en contacto con las fuerzas castrenses del operativo.

Eso si, el video presentado sobre la operación de captura representa casi una joya cinematográfica, pero surgen mas incongruencias: en la primer fotografía de Ovidio que fue difundida aparece con una camisa y con algo de barba y en el video viste otra camisa y está bien rasurado.

Y hay muchas mas evidencias de las contradicciones oficiales.

Pero, muy cuestionable es la imprudencia del señor López Obrador en su mañanera de preguntas y respuestas de este jueves cuando ordena al Secretario de la Defensa que dé el nombre del oficial que dirigió el operativo, el Comandante del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GAIN).

Ante la orden del jefe de las fuerzas armadas el Gral. Sandoval no tuvo mas remedio que acatarla y revelar la identidad del oficial responsable de la investigación para localizar a Guzmán López y el operativo para su captura.

Soberana estupidez ordenar que se revele la identidad de ese oficial cuyo nombre ya circula en las redes por todo México y el extranjero.

La vida de ese oficial y su familia fue puesta en alto riesgo por esa imprudencia.

Además, los detalles de la “versión oficial” y las declaraciones “justificatorias” de la liberación de Ovidio ponen de manifiesto dos cosas:

Primero, se confirma que las fuerzas federales fueron apabulladas por los sicarios y que éstos demostraron en solo unos minutos la capacidad de logística y preparación militarizada así como armamento de alto poder de que disponen.

Segundo, la impunidad que el Presidente López Obrador les otorga para que sigan operando libremente.

No mas guerra, no mas muertes en enfrentamientos…

Pero eso no atará las manos de la delincuencia organizada.

El narco sigue y seguirá operando impunemente.

De hecho el Estado ha sido derrotado y México se convierte en un Estado Narco.

Ni en Colombia, en sus tiempos mas difíciles sucedió eso.

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