Los Puntos Sobre las ÍES… Edición No. 1714

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Un destape sin sorpresas…

¿A qué venía tanta sorpresa? No era la primera vez ni sería la última. Diane Setterfield
Como dice el bolero de los hermanos Martínez Gil; “No hubo sorpresa alguna, cuando te hallé”… Así podemos referir el destape anunciado desde meses atrás del hoy virtual candidato del PRI a la Presidencia de la República José Antonio Meade Kuribreña.

Aunque la forma de la confirmación del elegido nos regresa a los antiguos rituales priistas, que es lo único que hasta el momento tienen los opositores y críticos de siempre para tratar de opacar el hecho, no puede negarse lo que desde hace tiempo está a la vista: es el mejor de los aspirantes que estuvieron en la recta final de la nominación.

Además, todos los partidos nacionales van por el mismo rumbo: el “dedazo”. ¿O no Andrés Manuel, o no Ricardo Anaya, etc., etc….?

Sabido es que Meade no es un improvisado dado su paso por áreas importantes del servicio público que se inicia en 1991 como analista de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas de donde pasó a Director General de Planeación Financiera en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro.

Mas adelante, en el 2000 fue Director General de Banca y Ahorro de la SHyCP, de donde en diciembre del 2002 pasó a la Dirección General del Banrural que se encontraba en un terrible caos financiero, ante lo cual Meade Kuribreña encabezó la transición hacia la institución que sustituiría al Banco, la Financiera Rural de la que fue su primer Director General hasta diciembre del 2006, lapso en el que tuvo estrecha relación con el campo mexicano con especial atención a los pequeños agricultores. En su primer año logró colocar 2 mil 540 millones de pesos en crédito comercial, con una cartera vencida aceptable de solo el 2.4 por ciento. El porcentaje de cartera vencida de la Financiera hoy a cargo del mochitense Mario Zamora Gastélum se ha mantenido en los niveles mas bajos de la historia de la banca mexicana, llegando en ocasiones a solo el 1%, gracias a que la institución mantiene las políticas crediticia y de recuperación instituidas por Meade.

Hay más, mucho más en la hoja curricular del hoy virtual candidato priista pero baste señalar que es el único que ha ocupado cinco Secretarías de Estado en dos regímenes de diferente origen político: dos con el panista Felipe Calderón Hinojosa y tres con el priista Enrique Peña Nieto.

En la historia política de México solo un funcionario ha ocupado en dos sexenios una Secretaría de Estado, la de Hacienda: Antonio Ortiz Mena que lo fue Adolfo López Mateos y siguió con Gustavo Díaz Ordaz

Ahora bien, si señalamos que fue un destape sin sorpresas es porque desde hace meses se advertía que los caminos hacia el futuro candidato priista convergían en la persona de José Antonio Meade Kuribreña seleccionado para una candidatura priista inédita.

Es la primera vez en sus 88 años de vida que el PRI postula a un ciudadano no militante.

Meade Kuribreña, pese a los 26 años que tiene en el servicio público federal, a la militancia priista de su padre Dionisio Meade y García de León y a que su tío abuelo Daniel Kuri Breña, fue uno de los fundadores del PAN en 1939, no se ha afiliado a ningún partido político. Su vida la ha dedicado al trabajo profesional y lo mismo laboró para gobiernos panistas que para gobiernos priistas.

En su vida no hay taches, salvo los que le van a inventar los opositores.

Y como dice la canción, no hubo sorpresa alguna…

Su desempeño en el servicio público es reconocido y su personalidad fue creciendo sobre todo en este sexenio que inició como Secretario de Relaciones Exteriores y como canciller fue reconocido por la revista Foreign Policy como una de las 500 personas más influyentes en el mundo.

Luego en Sedesol de donde el 7 de septiembre del 2016 pasó a Hacienda.

En su desempeño se advertía su crecimiento y, por si duda quedaba, la reforma estatutaria del PRI que abrió las puertas a las candidaturas externas lo colocó en la primera línea de la carrera por la candidatura tricolor.

Para evitar el fuego amigo se abrió la baraja y en los descartes solo quedaron cuatro de los ases que tenía Peña Nieto: Miguel Angel Osorio Chong, José Narro, Aurelio Nuño y Meade Kuribreña.

Solo el Secretario de Gobernación hacía algo de sombra con el manejo de encuestas que lo posicionaban como el favorito para los priistas y el que más se aproximaba a Andrés Manuel López Obrador.
En contrapeso vinieron las declaraciones de los capitanes de las empresas más importantes de México, entre ellos los sinaloenses Enrique y Agustín Coppel Luken y los industriales regiomontanos Claudio X. González Laporte y su activista hijo Claudio X. González Guajardo que han sido críticos del gobierno de Peña Nieto.

Luego, los pronunciamientos de dirigentes como Joel Ayala de la FTSE, los elogios de Luis Videgaray, que obligaron al Presidente Peña Nieto a decir que los elogios no hacían candidato. Pero el camino ya estaba libre y la decisión tomada.

Solamente los que estaban casados con otras candidaturas y los que no entienden de la política y sus señales, no lo advirtieron.

Hoy Meade Kuribreña es el virtual candidato que el domingo será registrado como precandidato siguiendo las normas del INE y ungido candidato el 18 de febrero luego de finalizar el periodo de pre campañas que serán del 14 de diciembre al 11 de febrero.

Mientras tanto, llegó el momento de que los priistas cierren filas en torno a Meade Kuribreña para llegar fortalecidos a la que será la madre de todas las batallas, la elección constitucional el primero de julio.

Si no lo hacen, ese partido corre el riesgo de volver a perder la Presidencia de la República.

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