PARTIDOS NACIONALES Y EL DESORDEN POLÍTICO

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Sinaloa y los sinaloenses no significan nada para los partidos políticos con siglas nacionales, de tal manera que, todos y cada uno de ellos, traen un desorden en medio de un proceso electoral que se supone es de vital importancia para los electores.

El riesgo de la reciprocidad significa abstencionismo, un comportamiento superado hace seis años cuando el PRI y la alianza opositora sumaron más de un millón 200 mil votos, para decidir entre la figura de dos excelentes ex presidentes municipales: Jesús Vizcarra Calderón y Mario López Valdez.

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Nada que ver con el panorama actual.

A saber:

El Comité Ejecutivo Nacional del PRI reúne a los aspirantes a la candidatura y los hace comprometerse a la unidad con la decisión que tome. Pero luego incluye a un recién electo y entusiasmado diputado federal y lo saca de la manga como el ungido.

El resultado a la vista son los brazos caídos del resto de los contendientes, los que contaban con plataforma real.

En el Partido Acción Nacional les entra el miedo a la elección del 2018 por el caso de la diputada Lucero Guadalupe Sánchez, una ex cocinera de Joaquín el Chapo Guzmán metida a política, quien supuestamente pagó su candidatura.

El miedo no anda en burro e ipso facto se deslindan del Comité Ejecutivo Estatal y lo desconocen. No les importa que estén trabajando con un candidato y una alianza competitiva.

En el PRD deciden por un empresario y no por un luchador social. ante el bajo nivel de sus cuadros.

Andrés Manuel López Obrador, que se sigue creyendo el rey con sus más de cien mil spots transcurridos, impone candidato en Morena y el grupo original lucha en los tribunales para revertir la situación.

Dante Delgado, el dirigente de Movimiento Ciudadano, entrega el partido (se dice que por un e$tímulo) a un diputado ex perredista y contamina a la izquierda.

En el ala independiente Manuel Clouthier Carrillo no le da categoría como tal a Francisco Frías Castro, que busca la candidatura a gobernador y si reconoce a otros como Miguel Taniyama, un valor social en Culiacán.

Este gran desorden y este actuar nacional con política centralista de bajo nivel, empujará a los sinaloenses a no votar como mensaje de desconfianza. O a decidir por figuras locales con presencia en sol, tierra y mar de Sinaloa.

Huelga decir que el abstencionismo mandará un mal mensaje.
Por eso urge a los partidos nacionales a que valoren a los sinaloenses y les manden una señal de confianza.

¡A la de ya!

¡O allá ellos¡

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